Ese Uber al aeropuerto contribuye al tráfico aeroportuario

Ese Uber al aeropuerto contribuye al tráfico aeroportuario

¿Has estado en el aeropuerto últimamente? Entonces seguramente has quedado atrapado en el tráfico de las vías de acceso o tuviste que competir por un lugar frente a la terminal para recoger o dejar a un viajero. 

No es tu imaginación: el tráfico de los aeropuertos —incluso antes de entrar— ha empeorado. La causa no solo es el número récord de viajeros, sino también el uso de los servicios de transporte compartido.

Una viajera frecuente de negocios dice que su propia experiencia lo confirma.“Los aeropuertos fueron planeados para tener carriles de taxis, no un medio de transporte con vehículos de gran volumen”, comentó Tanvi Gandham, consultora de gestión.

Para solucionar esta saturación, los aeropuertos están comenzando a realizar cambios y han agregado carriles exprés para viajeros sin equipaje registrado, zonas aparte para las empresas de transporte privado y tramos periféricos más grandes para esperar en el auto. Al mismo tiempo, las compañías de transporte privado como Lyft y Uber están agregando nuevas funciones en sus aplicaciones. Hacen coincidir, por ejemplo, a los conductores que acaban de dejar pasajeros con usuarios que esperan ser recogidos, lo cual reduce el tiempo que los vehículos pasan circulando y esperando.

La explosión de la demanda de servicios de transporte por aplicativo ha tomado por sorpresa a los aeropuertos “y el personal de logística está quebrándose la cabeza para solucionarlo”, dijo Kama Simonds, portavoz del Aeropuerto Internacional de Portland en Oregón. El número de servicios de transporte colectivo solicitados ahí han aumentado de 48.000 a 106.000 en los últimos dos años, señaló.

El problema de la congestión comienza con esto: hay más gente que toma vuelos que nunca antes. De acuerdo con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo, el grupo comercial de la industria de las aerolíneas, el número total de pasajeros de líneas aéreas en Norteamérica superará los mil millones este año, un aumento de alrededor del 19 por ciento desde 2014. Para acomodar a los viajeros adicionales, los aeropuertos han estado construyendo nuevas puertas y terminales, y esas construcciones están causando aún más problemas de tránsito.

En 2014, el Aeropuerto Internacional de San Francisco se convirtió en uno de los primeros en otorgar autorizaciones a las empresas de transporte compartido y, en cuestión de unos cuantos años, los volúmenes de tráfico “eran insostenibles”, dijo Doug Yakel, portavoz del aeropuerto. “Nuestra meta es que la velocidad promedio en la zona sea de 24 kilómetros por hora”, explicó. “De manera regular teníamos tránsito de vehículos que se detienen y continúan, así como embotellamientos”.

El aeropuerto, que atendió a casi 58 millones de viajeros en 2018, en comparación con los 47 millones de hace cinco años, está en una zona desarrollada sin espacio para expandirse. Con una autopista de un lado y una bahía del otro, el aeropuerto no puede aumentar su huella, dijo Yakel.

Los modelos de aeropuertos mostraron que para alcanzar la meta de 24 kilómetros por hora, un aeropuerto debía eliminar el 45 por ciento de los autos que dan servicio de transporte compartido en sus vías, precisó Yakel. Una gran variedad de ideas, entre ellas incentivos financieros para que los autos dejen a los pasajeros en el estacionamiento principal, no dieron como resultado las reducciones de tránsito que se esperaban. Por eso, el aeropuerto hace poco mudó al piso de arriba casi todos los autos de servicios de transporte compartido que recogen a pasajeros en ese estacionamiento. Los servicios de taxi ordinario y los vehículos especialmente adaptados para las personas con discapacidad aún pueden usar las vías de la terminal.

Gandham, usuaria frecuente de los servicios de transporte compartido, viaja desde el aeropuerto de San Francisco casi todas las semanas y ha estado en once ciudades estadounidenses este año. Dijo que el cambio en el aeropuerto de San Francisco ha hecho que el proceso de conseguir transporte sea más eficaz, aunque sí tiene que caminar una mayor distancia desde la puerta de llegada. Esa zona de transporte compartido es mejor, dijo, que la de muchos otros aeropuertos; parece que les dieron otro uso a “los espacios improvisados que fueron diseñados para recoger y dejar personas”. A veces, dijo, “tan solo se trata de un par de filas apartadas en un estacionamiento”.

Marcus Womack, director de productos globales para aeropuertos, dijo que la compañía había estado trabajando más de cerca con los aeropuertos en los últimos dos años para mejorar la experiencia de los usuarios y los conductores. “Nadie quiere pasar tiempo esperando”, comentó.

Tanto Uber como Lyft ofrecen una función llamada “Rematch” (revancha), la cual permite que los conductores que hayan dejado a pasajeros acepten otro servicio sin salir del aeropuerto y mientras esperan en el espacio externo designado. Lyft está usando la función en más de cien aeropuertos. En el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma el mes pasado, el 56 por ciento de los conductores de Lyft que dejaron a usuarios ahí fueron conectados con uno nuevo, de acuerdo con la compañía.

Además de mejorar la eficacia de los conductores, la función de revancha, dijo Womack “reduce el número de autos que se encuentran en las carreteras, así como las emisiones de carbono”.

En el caso del aeropuerto de San Francisco, la ubicación de la nueva zona de recolección imposibilita el uso de la función de revancha.Las empresas de transporte compartido también están desplegando un sistema en el que los pasajeros que solicitan un viaje reciban un código que pueden darle a cualquier auto en la línea de Lyft o Uber en vez de buscar un conductor específico. Imita la línea de taxi tradicional, pero el pago se realiza a través de la aplicación. Uber presentó el sistema hace casi dos años para eventos grandes, como conciertos. “Formarse es mucho más fácil que averiguar cuáles de los Toyota Prius que están ahí es al que debes subirte”, comentó Gandham.

Tanto Lyft como Uber presentaron la función este verano en el Aeropuerto LaGuardia en la ciudad de Nueva York.Puesto que los viajes aéreos y el transporte compartido aumentan en todo el mundo, los viajeros de otros países quizá estén enfrentando los mismos problemas. La congestión de los aeropuertos “varía en gran medida y es generalmente más desafiante en los grandes centros de todo el mundo”, afirmó Womack. Uber trabaja con aeropuertos en 63 países; Lyft opera en Estados Unidos y Canadá.

Rick Cotton, director ejecutivo de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, dijo que la autoridad está “a mitad de un programa de inversión de 30.000 millones de dólares para transformar completamente” los tres aeropuertos de la zona metropolitana de la ciudad de Nueva York. “Una parte clave incluye nuevas actualizaciones de infraestructura para manejar estos servicios basados en aplicaciones”. Mientras tanto, los aeropuertos han tomado varias medidas, incluyendo la creación de nuevas zonas de recogida para estos servicios y la asignación de miembros adicionales del personal en puntos de congestión para dirigir el tránsito.

Los aeropuertos también están viendo más allá de las mejoras del transporte compartido para reducir las vías saturadas. El Aeropuerto Internacional de Tampa está duplicando el ancho de su zona de descenso y ha instalado carriles exprés para los viajeros que llegan o salen con equipaje de mano. Los pasajeros que llegan a la zona exprés tomarán un elevador para llegar a un tranvía que elude el área de billetaje y los lleva a la zona de seguridad. Los viajeros que llegan al aeropuerto sin equipaje registrado pueden tomar una ruta directa a la salida sin pasar por la zona de entrega de equipaje.

Joe Lopano, el director ejecutivo del aeropuerto de Tampa, dijo que el aeropuerto tuvo suerte de contar con el espacio que necesitaba a fin de cumplir las demandas de los 23 millones de pasajeros que espera en 2020. “Hay un cambio en la preferencia de los usuarios, pues eligen que los dejen en la puerta en vez de usar el estacionamiento”, dijo Lopano. “No creo que eso cambie pronto”.

Sherry Stein, directora de estrategias tecnológicas para Estados Unidos en la compañía de tecnología de viajes aéreos SITA, dijo que los pasajeros quieren que el tiempo de su casa o su oficina a la puerta del avión sea predecible. Explicó que más aeropuertos están monitoreando las condiciones del tránsito hasta el aeropuerto, así como las multitudes dentro de las líneas de seguridad para que puedan dar un estimado, a través de una aplicación móvil, de cuánto tiempo tomará llegar a la puerta. “A medida que los nativos digitales se convierten en los principales clientes, esperan autoservicios a través de su celular”, sostuvo, y este es un ejemplo de la información que podrían proporcionarles.

El aeropuerto de Portland está trabajando en soluciones a corto y largo plazo, dijo Simonds. Algunas son tan sencillas como crear diferentes carriles de recolección para Lyft y Uber a fin de que sea más fácil que lo viajeros encuentren a los conductores. Las zonas móviles (donde pueden esperar los viajeros que se subirán a un auto de amigos o familiares) y otras zonas de ascenso se han movido para equilibrar el número de autos que llegan a diferentes puntos de entrada. Un nuevo edificio, ahora en construcción, proporcionará autos de alquiler y estacionamiento, y está diseñado para ser flexible con el fin de acomodar las tendencias de demanda de los usuarios o nueva tecnología.

“Los medios de transporte siguen cambiando”, dijo Yakel, del aeropuerto de San Francisco. “Quizá terminemos transformando una estructura privada de estacionamiento en una zona de descenso de vehículos autónomos o algo más, pero Uber y Lyft no serán el último cambio para el que tendremos que estar listos”.

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