Verdadera institución en Irlanda del Norte, H&W, que a principios del sigo XX tenía más de 30.000 trabajadores, sufrió un declive ininterrumpido en las últimas décadas.
El astillero norirlandés Harland and Wolff, conocido por haber construido el “Titanic”, fue salvado de la quiebra gracias a su compara por 6 millones de libras (7,3 millones de dólares, 6,8 millones de euros) por el grupo británico de infraestructuras energéticas Infrastrata.
Con sede en Belfast, el astillero se había declarado en concurso de acreedores en agosto. Verdadera institución en Irlanda del Norte, H&W, que a principios del sigo XX tenía más de 30.000 trabajadores, sufrió un declive ininterrumpido en las últimas décadas y ya solo contaba con unos 130 empleados.
En total 79 de ellos, que no participaron en el plan voluntario de restructuración, conservarán su trabajo, informó el comprador Infrastrata en un comunicado publicado el martes. El grupo, especializado en el almacenamiento y la distribución de gas, prevé aumentar el número de empleados en varios cientos en los próximos cinco años.
La petrolera noruega Dolphin Drilling, grupo propietario de H&W, llevaba tiempo buscando sin éxito un comprador para este gigante de la historia industrial norirlandesa, cuyas enormes grúas amarillas dominaron durante mucho tiempo el horizonte de Belfast.
El astillero, creado en 1861, había construido el famoso crucero “Titanic”, que naufragó en abril de 1912 frente a las costas de la isla canadiense de Terra Nova, durante su viaje inaugural entre el Reino Unido y Nueva York, y causó la muerte de 1.500 de sus 2.200 pasajeros.
De estas instalaciones salieron asimismo casi 150 buques de guerra durante la Segunda Guerra Mundial.
La empresa se distanció después de la construcción naval y hasta hace poco trabajaba mayoritariamente en proyectos de energía eólica e ingeniería marítima.