Los operativos se realizaron en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y otros.
La Interpol realizó 53 detenciones en un amplio operativo contra el tráfico de personas en 20 países de tres continentes que incluyó controles aéreos, terrestres y marítimos, informó este jueves la policía internacional.
La llamada Operación Turquesa, efectuada entre el 28 y 31 de octubre pasados, autoridades de una veintena de países realizaron casi un millón de controles fronterizos, indicó Interpol en un comunicado divulgado en El Salvador.
Los controles buscaron contener las acciones de grupos de crimen organizado que utilizan rutas de contrabando a Estados Unidos y Canadá.
Muchas de las pistas seguidas para la operación Turquesa surgieron de un operativo previo denominado Andes, efectuado en 2018, que permitió detectar “un flujo migratorio significativo” que comenzaba en el sur de Asia.
La operación involucró a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, así como a Canadá, Bangladesh y España.
Como parte de la operación Turquesa, en Brasil las autoridades desmantelaron una red de tráfico de personas y detuvieron a un hombre de 32 años de Bangladesh que se cree que “está detrás de una de las redes de tráfico de migrantes más grandes en los Estados Unidos”, señaló la Interpol.
Las autoridades brasileñas congelaron unas 42 cuentas bancarias de esa red de tráfico de personas en las cuales detectaron transacciones por unos 10 millones de dólares.
La Interpol señaló que durante la operación Turquesa se logró la detección de 775 migrantes de 30 países, y se realizó el monitoreo de 1.300 vuelos internacionales.
Interpol también pudo hablar con víctimas de las redes de tráfico de migrantes.
En México, migrantes aseguraron haber sido amenazados de muerte o con ser violados si no accedían a pagar a los grupos de contrabandistas de indocumentados.
En España un hombre de Bangladesh narró que había pagado unos 6.000 euros a traficantes de migrantes para que lo llevaran al país europeo, pero tardó un año en llegar a Málaga, pues permaneció cautivo en Argelia y fue amenazado por sus captores hasta que su familia pagó por su liberación.
Interpol reportó detenciones de miembros de redes de tráfico de migrantes en República Dominicana, México, Nicaragua y Argentina.
“El tráfico de personas está siempre presente, ya que los grupos criminales continúan aprovechando a los migrantes para obtener ganancias ilegales sustanciales”, señaló en el comunicado el Secretario General de Interpol, el alemán Jürgen Stock.