Hoy 10 de diciembre, se cumple el 71 aniversario de la aprobación por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El 10 de diciembre tiene un significado especial para los amantes de la libertad y de los Derechos Humanos, puesto que se conmemoran 71 años de un comienzo: el de una era y un mundo en el cual el ser humano busca lograr el respeto universal y efectivo de sus derechos., lucha por conquistar el sitial que merece la dignidad humana.
La Declaración Universal de Derechos Humanos se fundamenta en la consideración de que ‘la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana’. Sin embargo, millones de personas en todo el mundo son hoy víctimas de prácticas que atropellan o pisotean su dignidad.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos señala que ‘el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad’. Durante las dos primeras décadas del siglo XXI, tales actos han seguido realizándose por todas partes, y al socaire de la guerra y la represión las autoridades de muchos Estados, matan, torturan, hacen desaparecer, encarcelan ilegalmente y violan, una y otra vez –prevalidas de su impunidad, los instrumentos internacionales que protegen a la persona humana contra los abusos del poder.
“Los panameños debemos conocer más y mejor nuestros derechos como personas humanas y, debemos empezar por una mayor divulgación del texto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en cuya redacción destacó tanto nuestro compatriota el Dr Ricardo J. Alfaro”, expresó el abogado y catedrático Miguel Antonio Bernal.
En la obra de Rafael Pérez Jaramillo: Idealismo Universal (IEPI, Panamá) , se recogen importantes aspectos de la determinante contribución del Dr. Ricardo J Alfaro, a la cual debemos rendir tributo.
En momentos en que nuestra sociedad pasa por una grave crisis de valores, el contenido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, debe servir de mínimo común denominador para que se unan esfuerzos que permitan germinar un decidido sentimiento y voluntad por un nuevo texto constitucional, puntualizó Bernal.