Aviones y barcos de rescate de varios países buscan frenéticamente este martes una aeronave de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) que desapareció la víspera con 38 personas a bordo cuando sobrevolaba el mar al sur de Sudamérica rumbo a la Antártida.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos humanamente posibles para poder encontrarlos a pesar de que las condiciones son extremadamente difíciles”, afirmó el martes el presidente Sebastián Piñera, que debido a la emergencia suspendió un viaje que tenía previsto a Buenos Aires para asistir a la posesión de Alberto Fernández.
El avión Hércules C-130 despegó a las 4:55 pm del lunes 9 de diciembre desde la base Chabunco de las FACH en Punta Arenas (3.016 km al sur de Santiago, en el extremo austral de Chile) rumbo a la base Eduardo Frei en la Antártida, y “perdió comunicación radial” a las 6:13 pm, según la FACH.
La aeronave fue declarada “siniestrada” tras siete horas de ocurrido el incidente. El avión tenía combustible para mantenerse en el aire hasta las 12 medianoche de este martes.
En su reporte de este martes, la FACH informó que a partir de esta jornada “se han intensificado las labores de búsqueda”, con la ayuda de 13 aviones, entre ellos dos aeronaves C-130 de la Fuerza Aérea de Uruguay y de la de Argentina, dos buques mercantes y dos de la Marina de Chile.
A las labores de búsqueda se suman, además, dos aviones de la Fuerza Aérea de Brasil y un barco polar de la Marina de ese país, tras un ofrecimiento de ayuda del presidente Jair Bolsonaro.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos, créanme, imaginables, humanos y materiales con aviones, con buques, con satélites nacionales y apoyo extranjero para intentar ubicarlos. Sabemos que las condiciones son muy difíciles”, dijo el ministro de Defensa, Alberto Espina, a periodistas en la ciudad de Punta Arenas, hasta donde se trasladó junto al jefe de la FACH, Arturo Merino, para coordinar las labores de búsqueda.
“Les prometemos que vamos a agotar todos los medios que estén a nuestro alcance y no vamos a escatimar ningún esfuerzo por lograrlo”, agregó.
A bordo del C-130 Hércules viajan 38 personas -17 tripulantes de la aeronave y 21 pasajeros- de los cuales 15 eran uniformados de la FACH, tres del Ejército, dos de la empresa privada de construcción Inproser y un funcionario de la Universidad de Magallanes.
Iban a cumplir “tareas de apoyo logístico” en la base Eduardo Frei, la más grande de Chile en la Antártida, para la revisión del oleoducto flotante de abastecimiento de combustible de la base y realizar tratamiento anticorrosivo de las instalaciones.
Durante el día, familiares de los ocupantes se reunieron en la base aérea Los Cerrillos, en Santiago, aguardando noticias de la búsqueda que aún no arroja ningún resultado.
La FACH canceló un punto de prensa en la tarde del martes alegando que toda la información disponible ya había sido entregada a la prensa, pero remarcó que los familiares están recibiendo apoyo psicológico.
En tanto, una fuente de la FACH dijo a la AFP en Punta Arenas que los familiares se trasladarían en la mañana del miércoles al extremo sur del país.
– Sin novedades –
La aeronave perdió comunicación cuando sobrevolaba el mar de Drake (o de Hoces), un paso marítimo entre el continente americano y la Antártida considerado por los navegantes como uno de los más tormentosos del planeta.
“Las condiciones meteorológicas para volar eran buenas, por eso se planificó el vuelo”, dijo Francisco Torres, director de Operaciones de la FACH.
El operativo de búsqueda “a fin de rescatar a posibles sobrevivientes” se concentra dentro del radio de 60 millas de la zona en la que se perdió el contacto con la aeronave.
El avión tiene sistema ELT que indica su posición satelital, pero ha sido infructuoso para poder localizar la nave.
El último accidente de estas características en Chile ocurrió en septiembre de 2011, cuando un avión militar con 21 personas a bordo se precipitó cerca de la isla Robinson Crusoe, en medio del océano Pacífico, a unos 700 km del continente. En la aeronave viajaba un equipo de televisión, entre ellos el famoso conductor local Felipe Camiroaga, cuya muerte fue muy sentida por los chilenos.
Ese accidente fue sujeto de investigación y la FACH formuló cargos administrativos contra 13 oficiales, entre ellos dos generales que fueron llamados a retiro, por su responsabilidad.