Las autoridades estadounidenses comenzaron este viernes a examinar a los pasajeros que llegan en vuelos directos o de conexión desde una ciudad china que quedó en el centro de un misterioso virus similar al SARS responsable ya de dos muertes.
Los viajeros que arriben de Wuhan a Estados Unidos serán sometidos a pruebas de detección de síntomas asociados con el nuevo coronavirus en tres aeropuertos: San Francisco, Los Angeles (ambos en el oeste) y el JFK de Nueva York (este).
China ha reportado a la fecha 45 casos relacionados con ese virus, dijo a periodistas Nancy Messonnier, funcionario de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La mayoría de esos casos están vinculados a un mercado de mariscos y animales vivos de Wuhan, pero también se han encontrado dos en Tailandia y uno en Japón.
Los CDC señalaron que, según la información actual, los riesgos que presenta el virus, conocido por su nombre técnico de 2019-nCoV, son bajos.
Sin embargo, se estaban reforzando las medidas de prevención. Se desplegarán 100 empleados adicionales en los tres aeropuertos, y los pasajeros que ingresen deberán completar un cuestionario y someterse a un control de temperatura.
Aquellos que muestren posibles síntomas del virus serán trasladados a otra instalación para una evaluación adicional y una prueba de diagnóstico rápido.
El brote causó alarma debido al vínculo con el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que mató a 349 personas en China continental y a otras 299 en Hong Kong entre 2002 y 2003. Expertos de todas formas consideran que parece ser más débil que el SARS.