Una fuente cercana al proceso confirmó la información a la AFP señalando que de aquí a esa fecha, ETA dará pasos concretos, señalando la localización de sus escondites de armas
La organización separatista armada vasca ETA quiere desarmarse por completo de aquí al 8 de abril, anunció este viernes el gobierno regional vasco, que pidió la ayuda de las autoridades españolas y francesas en este proceso.
“El gobierno vasco otorga credibilidad a esta posibilidad de desarme final a corto plazo”, dijo en una breve comparecencia el presidente regional vasco, Íñigo Urkullu.
Ante este anuncio “de valor histórico para nuestra sociedad”, Urkullu pidió “altura de miras y canales de comunicación directos” a los gobiernos español y francés, que han exigido en repetidas ocasiones el desarme y disolución de la organización, considerada terrorista por la Unión Europea.
El anuncio partió de Txetx Etcheverry, militante de la organización vasca Bizi, quien señaló al diario francés Le Monde que “ETA nos ha confiado la responsabilidad del desmantelamiento de su arsenal, y la noche del 8 de abril, ETA estará totalmente desarmada”.
“Hay una iniciativa concreta que tiene fecha para el 8 de abril”, y para entonces, el desarme “tiene que estar completado”, agregó esa fuente.
“Existe un plan concreto en fechas determinadas para que ETA deje de ser una organización armada”, abundó en declaraciones a la prensa Arnaldo Otegi, líder del partido independentista vasco EH-Bildu.
“Esperamos que esta vez sí el proceso de desarme sea total y que esta vez sí el proceso de desarme sea integral, que se lleve hasta el final y hasta sus últimas consecuencias”, añadió.
Otegi dijo esperar que este desarme se cumpla con la “implicación de las instituciones vascas, con la monitorización de la comunidad internacional y la implicación de la sociedad civil vasca”.
– El gobierno español no comenta –
Urkullu puntualizó que su gobierno “ha estado directamente informado”, y expresó su deseo de “un desarme definitivo de ETA de carácter unilateral, irreversible, completo y legal”.
Hasta ahora, la organización se había negado a desarmarse y disolverse, y exigía una negociación con París y Madrid sobre sus presos. En la actualidad quedan unos 350 en ambos países.
Los dos gobiernos se negaron a su vez a cualquier negociación, y han venido exigiendo con regularidad la disolución y desarme de la organización, fundada hace más de 50 años.
En los últimos meses, las fuerzas francesas y españolas desmantelaron varios escondites de armas.
El último hallazgo se produjo el 8 de marzo, cuando la Guardia Civil española anunció haber encontrado cerca de Irún, en el País Vasco, siete bidones de material explosivo.
El 12 de octubre de 2016 se encontró un importante depósito de armas en el bosque de Compiègne, no lejos de París, y el 5 de noviembre fue detenido cerca de Bayona, en el País Vasco francés, Mikel Irastorza, uno de los últimos jefes de la organización.
Por su lado, el portavoz del ejecutivo español, Íñigo Méndez de Vigo, no quiso comentar el anuncio este viernes, y se limitó a recordar la posición del gobierno español: “ETA tiene que hacer dos cosas, que son desarmarse y disolverse”.
El ministerio del Interior, contactado por la AFP, tampoco quiso de momento hacer valoraciones.
La banda armada renunció definitivamente a la violencia el 20 de octubre de 2011, después de cuatro décadas de lucha armada por la independencia del País Vasco, en las que se le imputa la muerte de 829 personas en atentados, así como numerosos secuestros y campañas de extorsión a empresarios.
El último atentado de Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad, en lengua vasca) tuvo lugar en 2010, y en él murió un policía en suelo francés.