Llegó a la fiscalización de las finanzas públicas envuelto en un manto de transparencia y como una versión opuesta a la del político tradicional. De pronto su nombre apareció en listas de presidenciables y su agenda y costumbres empezaron a cambiar. La Metamorfósis de Freddy Humbert
Es un empresario reconocido en el país y hasta ahora dueño de una imagen elogiada. Federico Humbert, apodado Freddy; ha sido embajador de Panamá en la capital de Estados Unidos y presidente de la Cámara de Comercio entre una lista interminable de ocupaciones como figura pública.
En 2014 apoyó la campaña de Juan Carlos Varela a la presidencia como figura representativa de grupos independientes que se sumaron a esa propuesta. Con el triunfo de Varela, Humbert se convirtió en el contralor a partir del 1 de enero de 2015.
Su figura se envolvía en ropajes de sobriedad y rectitud alejada de los intereses políticos o electorales. Pero en algún momento su nombre empezó a incluirse entre figuras “presidenciables” del colectivo político PRD, opuesto a Varela.
No está claro si estas consideraciones alrededor de la figura de Humbert fueron con o sin su consentimiento. Él no se ha referido al tema públicamente; pero algunas veces hay hechos que hacen innecesarias a las palabras.
Desde 2016 a la fecha el Contralor ha comenzado a separarse de su imagen estrictamente austera y ha comenzado a participar con difusión pública intencional en actividades en las que poco o nada se relacionan con su rol de funcionario y donde no se le había visto antes.
Hay algunas que son dramáticamente sorprendentes. Por ejemplo el 14 de enero de 2017 visitó la provincia de Los Santos para participar del desfile de las Mil Polleras en Las Tablas y al parecer la oportunidad fue propicia para reunirse con el diputado Carlos Afú, popularmente llamado Ttito, un cuestionado político que se ha cambiado de partido al menos tres veces en 15 años y se ha mencionado en varios escándalos de corrupción. Además Afú fue condenado en 2014 y se debió repetir los comicios en su circuito. El delito del que fue hallado culpable: utilizar fondos públicos en favor de su candidatura.
Humbert no solo desayunó con Afú, allá también grabó una entrevista para un canal de televisión desde un acogedor jardín cercado por bohíos, árboles y complementado por muebles interioranos.
La escalada de actividades distintas en la agenda de Humbert empezó un mes antes a mediados de diciembre de 2016, cuando visitó el Centro Femenino de Rehabilitación con al menos medio centenar de funcionarios de la contraloría llevándoles regalos a unas 900 mujeres privadas de libertad en esa prisión.
Se suponía que era una suerte de voluntariado que se hacía más como una actividad filantrópica, no obstante al sitio llegaron las más altas autoridades del Sistema Penitenciario y el Ministerio de Gobierno, en lo que pareció transformarse en una visita oficial.
Pero estas no son las únicas cosas poco comunes que hace Humbert en los últimos meses. Ya es bastante excepcional verle en atavíos del folclor azuerense, pero nadie se lo habría imaginado en un culto evangélico. No obstante ahí estuvo a comienzos de enero.
El contralor participó del Culto de Unción que organiza la Comunidad Apostólica Hossana anualmente en el Estadio Rommel Fernández. La actividad abarrota la plaza, es decir reúne al menos a 20 mil personas. Esta reunión se hace desde hace décadas, no obstante es la primera vez que Humbert asiste, al menos como participante distinguido. En esa ocasión tuvo la oportunidad de tomarse fotos con el alcalde de San Miguelito, hoy investigado por nada más y nada menos que el presunto el uso de fondos públicos en favor de su campaña política.
El siguiente escalón: abanderar la cabalgata de San José de David en Chiriquí. La tarde le ha favorecido con un cielo despejado y un clima fresco en la cálida capital chiricana. Humbert está allá al menos días antes. Participó en la inauguración del módulo de la Contraloría en la Feria de David y se reunió con la directiva de la Caja de Seguro Social también en esa ciudad ya para el cierre de la semana, estas actividades oficiales precedieron la gran cabalgata donde portó la bandera “rojiverde” regional de Chiriquí.
Porqué estos cambios, que tiene que ver un contralor con esas actividades. El abogado y catedrático de Derecho Miguel Antonio Bernal cree que la respuesta está a la vista de todos: “Él está en plena campaña”, lo que a su juicio es “condenable”. Para el jurista Humbert se extralimita en sus funciones y al parecer no hay garantías de que la ley pueda hacerse cargo, “quién lo va a investigar”, dice Bernal, “¿La Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público?”, se pregunta y añade una circunstancia delicada, “el Alcalde de David tiene refrendos pendientes en la Contraloría”, plantea el abogado sugiriendo que la distinción podría haberse hecho con algún interés de favorecer algún criterio oficial.
Si la cabalgata no fue una actividad proselitista, se interpretó así. Él exministro de Seguridad José Raúl Mulino ha comentado en tuiter que se abstuvo de ir por evitar a un representante del presidente Varela. Humbert dice que su galope fue a título personal, lo que no se sabe es si personalmente tiene intereses políticos en las próximas elecciones.