Tras una reunión con el Procurador se despeja el panorama. La familia Serrano espera que impere la sobriedad al rededor de su caso.
“Tuvimos una conversación muy amena”. Es la evaluación que hace Castor Serrano tras su reunión este lunes 2 de marzo en la mañana, con el procurador Eduardo Ulloa. Un encuentro que se había postergado en medio de una vorágine mediática desatada tras el hallazgo de una joven en la comarca Guna de Wargandí en Bayano, que algunos creen puede tratarse de la hija de los Serrano desaparecida hace 17 años.
El encuentro se dio a eso de las 10 de la mañana en el despacho del procurador. “Fue una reunión informativa”, agregó Castor, “Mónica le dio un pantallazo al Procurador y le contó toda la historia, del caso… Y la situación actual… “, añadió el padre de la niña Mónica Serrano García desaparecida el 8 de Febrero de 2003, cuando tenía 18 meses de edad.
A mediados de febrero pasado, surgió en los medios la posibilidad de que una joven residente en Wargandí, que dice tener 17 años pueda ser Mónica Serrano García, pero hasta el viernes 28 de ese mes fue que el Ministerio Público anunció la apertura de un expediente para dilucidar las dudas al rededor de su identidad.
Antes de eso se generó una vorágine de especulaciones mediáticas al rededor del caso. La familia Serrano prefirió mantenerse al margen de esa situación, “Estamos en la mejor disposición de atender en la investigación que hace el Ministerio Público para saber la procedencia de la muchacha (de Wargandí) “, dijo Castor.
El Ministerio Público ya tiene los registros de ADN de los padres de Mónica Serrano, legalmente se requiere una autorización de un tutor, para que la joven de Wargandí, que aún es menor de edad de acuerdo a los registros, pueda aportar muestras de ADN y que los peritos hagan la comparación con los análisis de la familia Serrano.