Los pasajeros saludaban desde los balcones de los camarotes de la embarcación, que estuvo detenida frente a la costa de San Francisco por cuatro días.
El crucero con más de 3.500 personas a bordo y al menos 21 casos de coronavirus atracó este lunes en un puerto de California para comenzar el complejo proceso de desembarque que tomará algunos días.
La inmensa embarcación atravesó la bahía de San Francisco -una postal que incluye el puente Golden Gate- para seguir camino al puerto de la vecina Oakland, donde las autoridades comenzarán con la evacuación de los pasajeros que necesitan cuidados médicos urgentes.
El barco atracó pasadas las 12h15 locales (19h15 GMT), constataron periodistas de la AFP.
Los pasajeros saludaban desde los balcones de los camarotes de la embarcación, que estuvo detenida frente a la costa de San Francisco por cuatro días, mientras las autoridades descifraban cómo llevarles a tierra sin peligro de propagación del virus.
Pero el desembarque será complejo y tomará entre dos y tres días.
“Ningún pasajero que desembarque será liberado a la comunidad”, indicó el gobierno de California, que realiza la operación con el gobierno federal.
Una vez desembarquen los pasajeros que requieren ir al hospital -no necesariamente por el virus-, las autoridades comenzarán a evacuar a los 962 residentes de California, que serán trasladados a la base de la Fuerza Aérea Travis para ser examinados y puestos en cuarentena por 14 días.
Este proceso se tomará la mayor parte del lunes. El proceso seguirá con el resto de los residentes de Estados Unidos, que serán alojados en instalaciones militares en otros estados.
Los más de 1.000 tripulantes harán la “cuarentena a bordo del barco”, dijo el comunicado del gobierno californiano.
“Si un miembro de la tripulación necesita una atención médica más urgente, será transferido a una instalación médica apropiada en California”, siguió.
“El Grand Princess sólo permanecerá en el puerto de Oakland durante el tiempo que dure el desembarque. El barco saldrá de Oakland tan pronto como sea posible y permanecerá en otro lugar mientras dure la cuarentena de la tripulación”.
Canadá se convirtió en el último país que pidió a sus ciudadanos que evitaran los cruceros debido al coronavirus, mientras Ottawa se preparaba este lunes para repatriar a casi 240 canadienses a bordo del Grand Princess.
– Bailando en cubierta –
Carolyn Wright, una fotógrafa de 63 años de Nuevo México, dijo a la AFP que vio desde cubierta a varios barcos siguiendo a la embarcación una vez entró en la bahía de San Francisco y que en el muelle “los pasajeros gritaban y saludaban desde los balcones a los trabajadores del muelle en tierra”.
Wright indicó que el lunes de mañana el ambiente era más liviano a medida que se acercaba el fin de este crucero que tenía como destino Hawái y que fue interrumpido luego de que un hombre de 71 años, que estuvo en el viaje anterior a México, muriera por la enfermedad después de desembarcar.
Los pasajeros pudieron salir a cubierta para tomar el aire fresco después de horas confinados a sus camarotes.
Algunos caminaron alrededor de la enorme cubierta y otros… inclusive bailaron.
Oficiales médicos habían abordado el barco el domingo por la noche para adelantar el proceso de evacuación que el gobernador de California, Gavin Newsom, espera que tome “de dos a tres días”.
El operador Princess Cruises informó en un comunicado que “reembolsará la tarifa completa del crucero para todos los huéspedes, incluido el viaje aéreo, hotel, transporte terrestre, excursiones pagadas por adelantado, propinas y otros artículos”.
“No se cobrará a los huéspedes ningún gasto incidental a bordo durante el tiempo adicional” que estuvieron en el barco y recibirán un crédito por la tarifa pagada para este viaje.
Estados Unidos reporta al menos 22 muertes por el coronavirus y 565 casos confirmados, según un recuento de la universidad Johns Hopkins.
El presidente Donald Trump dijo el viernes que preferiría mantener a los pasajeros confinados en el barco porque dejarlos ir aumentaría la cantidad de infecciones en el país.