“Estamos viviendo una crisis que va a durar, una situación sanitaria que no va a mejorar rápidamente. Va a haber que aguantar”, dijo.
El primer ministro francés, Edouard Philippe, advirtió el viernes de la “ola extremadamente importante” de contagios de COVID-19 que “invade” el país y previó que la “situación va a ser difícil en los días venideros”.
“Estamos viviendo una crisis que va a durar, una situación sanitaria que no va a mejorar rápidamente. Va a haber que aguantar”, dijo.
La pandemia del nuevo coronavirus provocó 365 muertos en los hospitales franceses el jueves.
Philippe explicó que la “ola epidémica que invade Francia”, que golpeó primero la región del Este, está llegando a la región de París y a otras zonas de Francia en este momento.
“Es una ola extremadamente alta y somete a todo el sistema sanitario a una enorme presión”, lamentó.
Este viernes, responsables sanitarios de París y su región aseguraron que el aumento de casos es “vertiginoso” y que hay en estos momentos 1.300 personas que necesitan respiración asistida en los hospitales de esta zona.
“La ola ha llegado. Las cifras son vertiginosas”, dijo Aurélien Rousseau, director de la Agencia Regional de Salud en la región de París, a la radio RTL.
El balance de la epidemia se agravó en las últimas horas en Francia. Entre los los decesos, uno ha conmovido especialmente al país: el de una chica de 16 años, Julie A., fallecida en París.
Es la víctima mortal más joven del país debido al nuevo coronavirus, que en principio afecta especialmente a las personas de edad avanzada y a los enfermos crónicos.
Francia registra ya 1.696 muertos por COVID-19, según las cifras oficiales de las autoridades.
Philippe anunció que el gobierno dará más precisiones el sábado sobre la estrategia del ejecutivo y la disponibilidad de material sanitario, sobre todo máscaras y pruebas de diagnóstico.