El bloqueo de Holanda es “contraproductivo, incomprensible y no puede durar”, dijo la presidencia francesa, que espera más flexibilidad cuando se reanuden las negociaciones el jueves.
Los ministros de finanzas de la Unión Europea fracasaron este miércoles en su intento de acordar una respuesta económica común a la pandemia de coronavirus por el rechazo de Holanda a las demandas de los países del sur.
“Tras 16 horas negociando, nos acercamos a un acuerdo, pero todavía no lo logramos”, escribió Mario Centeno, el ministro portugués y presidente del Eurogrupo, el organismo que reúne los ministros de Finanzas de la zona euro, el miércoles en Twitter.
Centeno convocó una nueva reunión por videconferencia el jueves a partir de las 17H00 (15H00 GMT).
El fracaso de los ministros sigue al del Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno del 26 de marzo, cuando los países del norte y del sur se enfrentaron sobre la respuesta económica al riesgo de recesión provocado por la pandemia.
Según Francia y varias fuentes europeas, las negociaciones del miércoles fracasaron por la negativa de Holanda a acceder a la petición de Italia de que los los países con más problemas pueden recibir préstamos con fondos de rescate de la zona euro.
El bloqueo de Holanda es “contraproductivo, incomprensible y no puede durar”, dijo la presidencia francesa, que espera más flexibilidad cuando se reanuden las negociaciones el jueves.
Los ministros proponían que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), creado en 2012 durante la crisis de la deuda y financiado por los estados miembros, pueda hacer préstamos a los países en dificultades de hasta el 2% de su PIB, es decir de hasta 240.000 millones de euros para toda la zona euro.
Pero Italia, el país europeo más afectado por el coronavirus (más de 17.000 muertos), rechaza esta idea porque los préstamos del MEDE van acompañados de la obligación de aplicar algunas reformas estructurales.
“El uso de este presupuesto tiene que ir acompañado de algunas condiciones”, sobre todo “a largo plazo”, reafirmó el ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, aunque se puede estudiar “una excepción” para cubrir por ejemplo “los gastos de sanidad”.
Según una fuente europea, Holanda tiene el apoyo de Austria, Suecia, Dinamarca y, en menor medida, de Finlandia.
Frente a esta negativa, el ministro italiano de Economía, Roberto Gualtieri, hizo un llamamiento a la solidaridad. “Es el momento de la responsabilidad común, de la solidaridad, de las decisiones valientes y compartidas”, dijo en un tuit el miércoles.
Además del desacuerdo sobre el uso del MEDE, las negociaciones chocaron también sobre la creación de un instrumento para relanzar la economía cuando termine la epidemia.
Los países más afectados por el virus, en particular Italia, piden que la recuperación se financie con deuda común, los llamados “eurobonos” o “coronabonos”.
Apoyan esta idea países como España y Francia, así como Grecia, Malta, Luxemburgo o Irlanda, según fuentes europeas.
Pero esta mutualización de la deuda choca con el firme rechazo de Alemania y Holanda, que no quieren asumir el riesgo de financiar a los países del sur, que consideran poco rigurosos en su gestión presupuestaria.
Tras la reunión del miércoles, el ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, reafirmó esta posición porque los eurobonos crearían “más problemas que soluciones”, según él.
En el mismo sentido, su homólogo alemán, Olaf Scholz, dijo que la recuperación es posible “con instrumentos muy clásicos” y que ya existen, como el presupuesto de la Unión Europea.
Pese a estos desacuerdos, la reunión sí logró consenso en otros dos mecanismo para responder a la crisis.
El primero es la creación, a través el Banco Europeo de Inversiones (BEI), de un fondo de garantía que permitiría movilizar hasta 200.000 millones de euros para las empresas.
El segundo es la aprobación de un proyecto de la Comisión Europea para crear un instrumento que garantice los planes nacionales de desempleo parcial, creados o reforzados por la pandemia, con un máximo de 100.000 millones de euros.