El Producto Interior Bruto (PIB) de los 19 países del euro en su conjunto se contraerá un 7,5% en 2020, según el FMI.
Los mandatarios de la Unión Europea (UE) deben discutir este jueves cómo salir de la profunda recesión proyectada para 2020 por el coronavirus, pero su división sobre los detalles del plan de recuperación aguan las expectativas de una decisión crucial.
El jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, ya avanzó su expectativa de que los 27 líderes encarguen a la Comisión Europea presentar una propuesta sobre el plan de recuperación, durante la cuarta cumbre por videoconferencia consagrada al coronavirus.
“Un nuevo Plan Marshall, un esfuerzo de inversión sin precedentes, impulsará la recuperación y se dirigirá adonde más se necesite”, tuiteó Michel horas antes del inicio de la cumbre, prevista a partir de las 15H00 (13H00 GMT).
La comparación con el plan de Estados Unidos para reconstruir la Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial no es baladí, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de la mayor recesión desde la Gran Depresión de los años 30.
El Producto Interior Bruto (PIB) de los 19 países del euro en su conjunto se contraerá un 7,5% en 2020, según el FMI, que anticipa duras caídas en las primeras economías europeas: Alemania (7%), Francia (7,2%), Italia (9,1%) y España (8,0%).
Además de urgir a la Comisión a presentar su propuesta el 29 de abril, la reunión servirá para que los dirigentes expresen su opinión sobre este plan de recuperación tras semanas de divisiones entre los países del Norte y del Sur sobre cómo afrontar la crisis.
La solución del ejecutivo comunitario parece pasar por vincular el plan de recuperación temporal al futuro presupuesto plurianual del bloque para el período 2021-2027, actualmente en negociación entre los 27, según un documento visto por la AFP.
Para el plan de recuperación, la Comisión espera emitir unos 320.000 millones de euros en los mercados, elevando el techo de gasto de los recursos propios del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 al 1,3% de la Renta Nacional Básica (RNB).
El vocero comunitario, Eric Mamer, aseguró el miércoles no obstante que la titular de la Comisión, Ursula von der Leyen, “no vio ese borrador” y que la ex ministra alemana preparará una propuesta después de exponer su visión y escuchar a los líderes.
En la misma línea, la canciller alemana, Angela Merkel, ya expresó este jueves su apoyo a un aumento temporal de “dos años” de las contribuciones al presupuesto común, “dentro de un espíritu de solidaridad” con los países más afectados por la pandemia.
– Préstamos vs. transferencias –
Aunque parece esbozarse un consenso en torno a un necesario plan de recuperación, las divisiones se mantienen sobre la forma que tomará la ayuda: transferencias no reembolsables, como reclama España, o préstamos, como defiende Países Bajos.
La situación entre los países del Sur y del Norte del bloque es muy diferente. Con niveles de deuda de alrededor del 100% del PIB Italia, España y Francia son, en la UE, los países más afectados por la pandemia con más de 20.000 muertos cada uno.
Países Bajos y Alemania, con unas cuentas más saneadas y con menores niveles de mortalidad, pudieron poder en marcha reglas de confinamiento menos estrictas que permitieron reactivar la actividad económica antes que en el Sur.
Los países del Sur, que en un primer momento abogaban por mutualizar deuda en el bloque a través de los llamados ‘coronabonos’, temen que una política basada en préstamos y no en subvenciones aumente de manera insostenible su ya elevada deuda pública.
El Norte, que piensa que los países meridionales quieren cargar sobre sus hombros la deuda pasada, considera que las ayudas deben basarse en préstamos. Para acercar posturas, la Comisión aboga por una parte de préstamos y otra de transferencias.
Tras el debate de este jueves, la decisión crucial sobre el futuro “Plan Marshall” europeo se espera para junio, con el objetivo de que los primeros recursos, tanto del fondo de recuperación como del MFP estén disponible para el 1 de enero de 2021.
Los mandatarios deben apoyar también durante la cumbre los planes de emergencia por medio billón de euros adoptados para sostener los sistemas sanitarios, empresas y trabajadores de los países del bloque, cuyos fondos podrían estar disponibles desde junio.