El papa Francisco se declaró este domingo “profundamente apenado” por la avalancha que se produjo en una zona del sur de Colombia, que causó 200 muertos
“Estoy profundamente apenado por la tragedia que golpeó Colombia, donde una gigantesca avalancha de barro en la localidad de Mocoa dejó numerosos muertos y heridos”, dijo Francisco durante una misa en Carpi (norte de Italia), en ocasión de la restauración de una iglesia dañada por un terremoto en 2012.
Este domingo seguía la búsqueda de sobrevivientes de la avalancha que se produjo en la localidad de Mocoa, en el departamento de Putumayo. La Cruz Roja Colombiana (CRC) ya advirtió que el balance de víctimas mortales puede aumentar.
“Rezo por las víctimas y quiero asegurar mi cercanía con quienes lloran a los desaparecidos”, dijo el pontífice.
“Quiero agradecer a todos quienes están ayudando en los rescates”, agregó.
Según la CRC “son 200 los fallecidos y 203 los heridos (…). No tenemos aún el total de desaparecidos”. La avalancha fue generada en el sur de Colombia por el desborde de tres ríos tras lluvias torrenciales.
Un balance anterior mencionaba al menos 234 víctimas mortales.
Francisco también dijo que tenía presente en sus oraciones a Venezuela y Paraguay, dos países sudamericanos que padecen fuertes turbulencias políticas.
Finalmente, el pontífice lanzó asimismo un llamado a la paz en República Democrática del Congo (RDC), y lamentó “los sanguinarios enfrentamientos” que se producen en las provincias de Kasai, donde las semana pasada 39 policías resultaron muertos en una emboscada tendida por rebeldes.