Mientras el mundo enfrenta el Covid-19, los expertos advierten que la resaca de la pandemia podría ser abrumadora. Hasta ahora en el continente americano se conocen formalmente dos planes con un enfoque integral.
Nadie tiene dudas, para estabilizar las cosas a raíz de la pandemia de Covid-19, será necesario la intervención de los estados con planes de estímulo y rescate económico. La efectividad de estos planes estará relacionada directamente con el enfoque que éstos tengan. Mientras más integral sean se incrementarán las probabilidades de mitigar los efectos que nos dejará la pandemia.
“Esa es una de las claves, entender que se trata de mitigar los efectos”, explica Carlos Iván Aizpurúa, Vicepresidente Ejecutivo de CEO ADVISORS, una firma de consultoría gerencial con bases principales en Estados Unidos, Centroamérica y Panamá. “El reto para las empresas es reinventarse y saber cómo aprovechar las ayudas de los planes de rescate”, añadió Aizpurúa en una entrevista concedida a En Segundos.
En Estados Unidos por ejemplo, ya se ha formalmente puesto en marcha un plan que supera con creces cualquier antecedente. En marzo de 2020, los legisladores estadounidenses aprobaron estímulos por el orden de los $2 billones de dólares ($2 trillones según se utiliza en inglés en Estados Unidos). El plan se llamó CARES (por sus siglas en inglés) y pretende servir de sustento a las familias en una primera fase y estimular las pequeñas empresas a mantener los empleos en una segunda etapa. Una tercera fase se discute en este momento y estaría orientada a respaldar los gobiernos estatales y locales en Estados Unidos.
Tomemos en cuenta que en menos de dos meses 30 millones de personas han aplicado para la ayuda de desempleo en ese país norteamericano. Según los expertos en cuanto a desempleo, esta crisis podría provocar hasta un 20% de desempleo en los Estados Unidos, es decir el doble de lo que se registró en la gran crisis del 2008-2009; y sabemos que esta crisis será larga, mientras se desarrolla una vacuna o se encuentra un tratamiento efectivo contra la enfermedad.
El plan incluye pagos directos a familias de $1,200 por adulto y $500 por niños menores de 17 años para hogares de hasta $75,000 en ingresos en su último año, tomando en cuenta las declaraciones de renta del 2019 o en su defecto del 2018. Incluye además $130 mil millones para hospitales, sistemas de atención médica y proveedores; subvenciones en efectivo de $25 mil millones para aerolíneas, $4 mil millones para transportistas de carga aérea, $3 mil millones para contratistas de líneas aéreas (servicios de catering, etc.) para apoyo de nómina y un fondo de 500 mil millones para préstamos a las empresas.
También incluye un programa de préstamos y subvenciones de $367 mil millones para pequeñas empresas, destinado a mantener su nómina y algunos gastos generales durante el período de emergencia. El objetivo declarado es mantener empleados a los trabajadores remunerados y empleados durante el período de emergencia. En una segunda fase, la cual acaba de ser firmada por el Presidente Trump, la ley asigna $320 mil millones adicionales a las pequeñas empresas.
Estos préstamos no requieren garantías colaterales y personales. Los pagos se difieren por un mínimo de seis meses hasta un año, y no hay sanciones por pago anticipado. Para Aizpurúa, la idea de destinar un apoyo firme al sector de pequeñas y medianas empresas va ligada a lo que representan para la economía de ese país.
“Las pequeñas y medianas empresas constituyen una fuerza importante en la economía estadounidense. Hay más de veintisiete millones de pequeñas y medianas empresas, que emplean alrededor de 60 millones de personas y generan aproximadamente el 50% del producto interno bruto (PIB) de ese país. Sin duda alguna, son la principal fuente de creación de empleos”, dijo el especialista.
Aizpurúa, que con su firma asesoran a empresas en Estados Unidos, sobre acerca de cómo acceder al plan CARES, explica que este sector crea trabajos; fomenta la innovación; y brinda oportunidades a mujeres y minorías, para lograr el éxito y la independencia financiera. También son proveedores de servicios e insumos para las grandes empresas. “Es sin duda una de las formas más importantes de estimular la economía”, añadió.
En Latinoamérica el panorama puede ser un poco menos alentador en cuanto a los respaldos estatales. “El espacio para implementar políticas y paquetes de estímulo es limitado, por lo menos más que en el 2008/2009, pues los países de la región han adquirido más deuda que en aquel momento”, explica Aizpurúa.
Citando a Miguel Ricaurte, economista jefe del Banco Itaú, Aizpurúa evalúa que Chile puede ser el país con más espacio para implementar un paquete de estímulo, pues todavía cuenta con ahorros fiscales y el nivel de deuda pública más bajo de la región.
También destaca la situación de Perú, que ha formalmente puesto en marcha un plan de estímulo cercano a los 8 puntos del PIB (unos $26 mil millones de dólares), gracias a que cuenta con suficiente espacio fiscal y mantiene niveles de deuda relativamente bajos. Brasil, destaca por la efectividad de las medidas para frenar la deuda aplicadas en lo reciente y le siguen Colombia, Paraguay, y más lejos Argentina y Uruguay. El caso de México es particular, ya que la economía venía de una contracción, lo cual va a obligar a las autoridades a tomar medidas firmes.
Mientras el plan de Estados Unidos no tiene efectos en otros países, indirectamente tendrá impacto en Latinoamérica donde las remesas desde ese país ocupan un impacto significativo en el PIB de países como México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana, por mencionar algunos. “Incluso en Panamá hay beneficios considerando que Estados Unidos es el principal usuario del Canal Interoceánico”, añade Aizpurúa.
“También empresas en Latinoamérica con subsidiarias en Estados Unidos pueden resultar beneficiadas por su operación en ese país, y por ende tienen acceso a estos estímulos”, explicó Aizpurúa. “Son tiempos nuevos y hay que moverse hacia donde están las oportunidades”, añade.
Definitivamente que hay que planificar un reordenamiento integral a nivel de empresas y por endecada País.