Panamá tiene la oportunidad de ser un ejemplo en la región y cambiar el paradigma de desarrollo, transitando hacia una economía circular, limpia, de bajo carbono, y potenciando sistemas agrícolas sostenibles y adaptados climáticamente, diversificados, locales, que generen prosperidad a las comunidades y futuro en el entorno.
CIUDAD DE PANAMÁ. Viernes 22 de mayo de 2020. – Hoy se celebra el Día Internacional de la Diversidad Biológica. Este año el tema es ‘Nuestras soluciones están en la naturaleza’, por lo que consideramos es imperante llevar el mensaje de que la diversidad biológica es la infraestructura natural que sustenta toda la vida en la Tierra, incluida la vida humana, por tanto, tenemos que decirle a la comunidad mundial lo importante que es reflexionar sobre nuestra relación con el mundo natural y todo lo que nos rodea.
“Conservar y gestionar de forma sostenible la diversidad biológica es necesario para mitigar las perturbaciones climáticas, garantizar la seguridad alimentaria e hídrica e incluso prevenir las pandemias”, afirmó António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Al tiempo que indicó que el COVID-19, surgido de la naturaleza y ha puesto de relieve la íntima conexión que existe entre la salud humana y nuestra relación con el mundo natural. Guterres sentenció que a medida que invadimos la naturaleza y saqueamos hábitats vitales, el número de especies en peligro es cada vez mayor. “Eso afecta también a la humanidad, y al futuro que queremos”.
El secretario de la ONU pidió que ahora, mientras intentamos salir de la crisis presente, mejor que como entramos en ella, trabajemos juntos para preservar la diversidad biológica, de manera que podamos alcanzar nuestros Objetivos de Desarrollo Sostenible. “De este modo protegeremos la salud y el bienestar de las generaciones venideras”, manifestó.
En tanto, la Representante Residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, Linda Maguire, recordó que la Tierra está experimentando en la actualidad una ‘extinción masiva’, la primera desde la desaparición de los dinosaurios hace unos 65 millones de años, la sexta en 500 millones de años y la primera provocada por el hombre. “El 2020 es un año donde más que nunca debemos mostrar nuestra voluntad para frenar la pérdida de la biodiversidad en beneficio de los seres humanos y toda la vida en la tierra”, dijo Maguire.
Expresó que es cierto que vivimos en la era de la tecnología, pero es vital aprovechar esa oportunidad para combinar todos esos avances tecnológicos para contar con ecosistemas sanos: alimento, agua, medicinas, energía, vivienda, combustible, entre otros, que garanticen el bienestar de la salud humana.
Hoy más que nunca debemos rescatar lo que menciona el ‘Informe de la Evaluación Mundial sobre la Diversidad Biológica y los Servicios de los Ecosistemas’, donde la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas advierte que, si se continúa con las trayectorias actuales, no se podrán alcanzar los objetivos de conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica ni lograr la sostenibilidad. Además, el logro de los objetivos de diversidad biológica para 2030 y más adelante, solo será viable si se realizan cambios transformadores en todos los factores económicos, sociales, políticos y tecnológicos, argumentó la gerente de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático del PNUD, Jessica Young.
Explicó que este informe menciona los rápidos declives que ha sufrido y que continúa sufriendo la diversidad biológica, las funciones de los ecosistemas y muchas de las contribuciones que brinda la naturaleza a las personas, implican que con las trayectorias actuales no se lograrán la mayoría de los objetivos sociales y ambientales internacionales como, por ejemplo, los establecidos en las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. También que esos declives socavarán otros objetivos, como los estipulados en el Acuerdo de París, adoptado por las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Visión de la Diversidad Biológica para 2050.
El PNUD acompaña a Panamá en impulsar la adopción e implementación de políticas públicas para la conservación de la biodiversidad a nivel nacional y local, además del desarrollo e implementación de proyectos que promuevan soluciones basadas en naturaleza, en distintas áreas como intervenciones en paisajes biodiversos y productivos como Darién y Azuero mediante el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) y Azuero Sostenible con cofinanciamiento del Fondo Mundial de Medio Ambiente; biodiversidad para estudios científicos que mejoren la vida de las personas, o para artesanías, alimentación, o cosméticos, incorporando a las comunidades indígenas para la participación de los beneficios, entre otros. Además de apoyar en sensibilizar en el tema de ciudadanía ambiental para promover la participación efectiva en la toma de decisiones (políticas y comunitarias) relacionadas con el medio ambiente, acceder libre y oportunamente a la información sobre ambiente y salud, al marco normativo ambiental y contribuir a la implementación y mantenimiento de modelos de desarrollo sostenible.
“Panamá tiene la oportunidad de ser un ejemplo en la región y cambiar el paradigma de desarrollo, transitando hacia una economía circular, limpia, de bajo carbono, y potenciando sistemas agrícolas sostenibles, climáticamente adaptados, diversificados, locales, que generen prosperidad a las comunidades y futuro en el entorno rural. Hay soluciones probadas. La naturaleza se puede conservar, restaurar y usar de forma sostenible al tiempo que se cumplen los objetivos económicos y sociales. El cambio de paradigma no es solo una necesidad, sino una oportunidad para catalizar inversiones y generar actividad económica basada en la innovación y sin impacto ambiental, como forma además de aliviar pobreza y atacar las desigualdades entre personas y territorios”.
El PNUD reconoce que el 70% de la población pobre del mundo vive en zonas rurales y depende directamente de la diversidad biológica para su supervivencia y bienestar. Pero también que los pobres de las ciudades dependen muchísimo de la diversidad biológica. Aprovecharla de manera sostenible, es responsabilidad de todos.