Más de 100.000 estadounidenses han fallecido por el coronavirus. Gracias a las redes sociales, muchos de nosotros que no estamos personalmente de luto estamos conectados por medios digitales con alguien que sí lo está.
En especial para las personas en las zonas más afectadas, los anuncios de muertes en estados de Facebook, publicaciones de Instagram y tuits parecen ser más frecuentes que nunca.
Si bien las exigencias del distanciamiento social han limitado los funerales y entierros, dar el pésame en línea es más fácil que nunca, o al menos debería serlo. Sin embargo, temo que las personas pasen de largo en sus redes sociales sin expresar sus condolencias —o peor, que hagan comentarios hirientes— simplemente porque están abrumadas por la magnitud de las pérdidas.
Debido a que he estudiado el duelo durante casi 15 años, con regularidad me preguntan qué se le debe decir a una persona que ha perdido a un ser querido. Mi respuesta siempre es la misma: reconoce la pérdida y deja que las personas vivan su duelo.
La pandemia ha destacado aún más ese consejo.
Pero ¿qué sucede si la persona en duelo es alguien que ha aparecido en tu muro durante años, pero con quien no has hablado desde el bachillerato? ¿Qué hacer si solo es un conocido casual o un antiguo compañero de trabajo? ¿Y qué si han intercambiado varios me gusta en sus publicaciones, pero nunca se han conocido en persona?
Repito: reconoce la pérdida y deja que las personas vivan su duelo.
Cuando veas la mala noticia, no te demores, premedites ni hagas uno o varios borradores de respuestas que nunca enviarás. “Lamento tu pérdida” o “te llevo en mi mente” son mensajes perfectamente adecuados. Siempre aconsejo compartir tu recuerdo favorito de la persona fallecida, pero, si no tienes uno, está bien decir: “No conocía personalmente a tu ser querido, pero quería que supieras que estoy pensando en tu familia”.
No estés tan seguro de que los amigos y familiares que están más cerca de la persona en duelo se encargarán de las palabras reconfortantes.
La escritora Nicole Chung, quien hace poco perdió a su madre, dijo en un tuit: “Algo que casi había olvidado cuando perdí a mi padre es que puedes sufrir una pérdida enorme y no escuchar prácticamente nada de las personas con las que pensabas que tenías una relación cercana, mientras que casi perfectos desconocidos salen de la nada y te envían los mensajes más reconfortantes”.
Tú podrías ser uno de esos “casi perfectos desconocidos”.
Con la ausencia del contacto físico y los acercamientos limitados a una distancia de dos metros, a las personas en duelo les harán falta los importantes aspectos psicológicos del tacto y la presencia física, lo que agravará su proceso de duelo. Muchos estarán solos en sus casas. Así que tus palabras importan más que nunca.
Los resultados preliminares de un estudio que realicé con la doctora Heather Carmack han revelado que las declaraciones más apreciadas por las personas tras la muerte de un ser querido son aquellas que reconocen el dolor o las que ofrecen ayuda tangible: “Lamento tu pérdida”, “Siento mucho la muerte de…”, “Mi más sentido pésame”, “Estoy orando por ti y por tu familia” (sin son religiosos).
Nuestros participantes también agradecieron escuchar recuerdos de sus seres queridos. Puedes compartirlos incluso si tus remembranzas vienen de historias compartidas en Twitter o de fotos que has visto en tus redes sociales a través de los años.
Al momento de revisar los comentarios o las respuestas para dejar un mensaje, quizá veas que otros tuvieron la misma idea y publicaron algo similar a lo que tenías planeado decir. Eso está BIEN. Tus palabras no tienen por qué ser únicas. He aprendido que las personas a menudo leen los comentarios de las redes sociales no para recopilar perspectivas únicas sino simplemente para recordarse a sí mismos que hay personas que las apoyan, así que el mensaje en específico es menos importante que el hecho de que el mensaje esté allí.
Sin embargo, por favor recuerda no enfocar la pérdida en ti. En ocasiones, he observado a personas que solo conocían a la persona fallecida de manera tangencial y publican mensajes extensos sobre la muerte y etiquetan a familiares cercanos. Los investigadores han denominado esta conducta como “porno de duelo” o “duelo ligero”, y es una práctica que nació en la era de las redes sociales. Yo la llamo “fisgoneo emocional” y es algo que debes evitar.
Los hallazgos preliminares de nuestro estudio indican que los mensajes más dañinos para los dolientes son aquellos que marginan la muerte de alguna manera, excluyendo el duelo en el proceso. Frases trilladas como: “Seguro Dios necesitaba otro ángel” o “Solo los buenos mueren jóvenes” no ayudan en nada. Admite que la muerte fue terrible, que las circunstancias actuales son horrendas y, si no sabes qué decir… di eso.
Comentarios como: “Al menos vivió una vida plena”, “Sé cómo te sientes” o “Aún tienes a tu esposo” no brindan apoyo. Al contrario, esos comentarios invalidan el dolor de la persona.
Recuerda que las personas le temen a que los demás olviden a sus seres queridos fallecidos. Puedes asegurarte de que ese temor no se vuelva realidad, incluso en estos tiempos en los que el número de fallecidos es tan enorme. Haz un comentario ahora. Envía un mensaje dentro de un mes. Manda otro en seis meses. Luego, cuando termine la pandemia, cuando de nuevo prevalezcan las fotos de comida y los debates políticos, pero los anuncios trágicos sean menos frecuentes, una vez más, contacta a la gente, reconoce su pérdida y deja que viva su duelo.