Este domingo, durante el Ángelus, el papa Francisco lamentó que el letal virus siga cebándose en la región.
Más de 400.000 decesos y casi 7 millones de contagios en el mundo dejó la pandemia viral, que sigue golpeando con especial fuerza en América Latina y llevó este domingo al papa a lamentar que en esa región “el virus sigue cobrándose muchas víctimas”.
Epicentro de la pandemia desde hace un par de semanas, América Latina suma casi 1,3 millones de casos y supera los 64.000 muertos, más de la mitad de ellos en Brasil, donde el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro rechazó aplicar confinamiento.
Este domingo, durante el Ángelus, el papa Francisco lamentó que el letal virus siga cebándose en la región.
Tras congratularse por la mejora de la situación en Italia, el pontífice destacó que “lamentablemente, en otros países, especialmente en América Latina, el virus sigue cobrándose muchas víctimas”. También expresó su “cercanía a esas poblaciones, a los enfermos y sus familias, y a todos los que los cuidan”.
Buscando salir del colapso económico causado por semanas de restricciones y confinamiento para contener el avance del virus, los países, incluso muchos que aún sufren los estragos de la pandemia, siguen abriéndose.
Ante la caída de contagios y número de muertes, Europa continuará esta semana la reactivación del comercio e industria, y la reapertura de actividades sociales y fronteras.
España (más de 27.000 muertos) seguirá el lunes con su desconfinamiento por fases, Madrid y Barcelona en la segunda y penúltima etapa que autoriza la apertura de playas para el baño recreativo y restaurantes.
En el Reino Unido, que superó las 40.000 muertes, el gobierno autorizó la reapertura de los lugares de culto “para la oración individual” para el 15 de junio.
Este fin de semana reabrieron emblemáticos sitios como el Palacio de Versalles (Francia) y grandes museos de Madrid, como el Prado.
– A paso acelerado en Latinoamérica –
Por mucho, el país más afectado del mundo en números absolutos, Estados Unidos registró hasta el sábado más de 109.000 muertes y 1,9 millones de casos. Pero el presidente Trump aseguró que la economía se está recuperando e insistió en flexibilizar el confinamiento.
Siguiendo su ejemplo, Bolsonaro amenazó con retirarse de la OMS por “prejuicio ideológico”, argumentando que es mayor el daño económico por el confinamiento.
En Brasil, el tercer país con más muertes en el mundo (más de 35.000) y con 645.000 casos, autoridades regionales de salud acusaron al gobierno de “invisibilizar” a los fallecidos por covid-19, cuestionando el conteo de decesos.
México, que registra más de 13.000 muertes y 110.000 contagios, está en un tope de propagación y mortalidad, igual inició la reapertura económica y social.
Con 386 muertes y 16.000 contagios, Panamá, el más golpeado de Centroamérica, retomará el lunes la cuarentena por género en la capital y una provincia contigua, al dispararse los contagios una semana después reactivar sectores económicos.
Temiendo mayor propagación del virus, Venezuela reducirá a partir de lunes el flujo de migrantes autorizados a retornar al país a través de un importante paso fronterizo con Colombia.
En Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel declaró la covid-19 “bajo control” e indicó que podría anunciar una estrategia de desconfinamiento gradual la próxima semana, después de que el país cumpliera este domingo ocho días sin fallecimientos por el coronavirus.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa destacó en una columna en el diario español El País la “eficiente” manera de Uruguay de luchar contra el virus, que por el momento contabiliza 826 infectados y 23 muertes.
En el texto, el premio Nobel de Literatura critica además a Argentina y Brasil por no imitar a su pequeño vecino. “A estos gigantes les hubiera ido bastante mejor si, en vez de hacer lo que han hecho para detener (o incentivar, se diría más bien, en el caso brasileño) la pandemia, hubieran seguido el ejemplo uruguayo”, afirma.
– Los gigantes asiáticos se desploman –
En momentos en que la industria petrolera ha sido particularmente golpeada por la caída de la demanda durante el confinamiento, la OPEP y aliados decidieron este fin de semana prolongar los actuales recortes de producción durante julio para estimular los precios.
Pero los datos sombríos de las dos economías más grandes de Asia pusieron de relieve el largo camino hacia la recuperación.
Las exportaciones de China cayeron un 3,3% interanual en mayo después del repunte inesperado de abril. Los analistas dicen que un descenso más profundo se avecina para la potencia manufacturera del mundo.
Y en India, las fábricas también están luchando para recomenzar debido a la escasez de mano de obra, pues el país emerge lentamente de un estricto encierro que envió a millones de trabajadores migrantes a sus lejanas aldeas.