La pandemia sorprendió en marzo a 24 migrantes haitianos a su paso por la capital peruana y desde entonces viven en precarias condiciones en una terminal de autobuses interprovinciales, donde nació un bebé.
Procedentes de Chile, estos haitianos iban rumbo a Ecuador y luego Colombia para regresar a su país, cuando los sorprendió en Lima la orden de confinamiento nacional obligatorio por el coronavirus, el 16 de marzo.
Como no tenían donde hospedarse, fueron autorizados a quedarse en la terminal de autobuses de la empresa Civa, pero ahora que Perú reanudará el transporte interprovincial de pasajeros el 15 de julio, deberán abandonar ese recinto. No saben qué hacer ni dónde ir, porque se les terminó el dinero.
“Desde el 16 de ese mes (marzo), hace cuatro meses, que estamos aquí, ya gastamos todos los dineros”, dice a la AFP Elena Jeune en español.
En los pasillos de la terminal, situada cerca del centro de Lima, montaron una especie de campamento improvisado, con carpas y colchonetas. Allí cocinan sus alimentos y pueden usar los baños.
Algunas instituciones, como la Cruz Roja Peruana, les han donado alimentos. Este viernes hubo lentejas de almuerzo.
El grupo de migrantes lo integran 24 hombres, mujeres y niños, incluida una bebé que nació en la propia terminal de buses, dice Elena.
“También hay otras tres mujeres que están embarazadas, como ella que tiene siete meses [de embarazo], y la de aquí tiene casi nueve meses”, indica Elena, señalando con el dedo a dos compañeras de travesía.
Johny, otro de los migrantes, dice que le gustaría obtener permiso de trabajo en Perú para conseguir dinero para alimentar a su pequeña hija, que sostiene en los brazos.
“Yo quiero permiso para trabajar, no tengo problema para trabajar aquí”, declara Johny a la AFP.
Otros varados
La pandemia sorprendió en Perú a más de un centenar de migrantes haitianos que estaban de paso, así como a unos 850.000 venezolanos que se habían establecido en este país. Algunos han expresado su anhelo de volver a Venezuela tras perder sus empleos.
En Perú no hay prácticamente migración haitiana, pero el país sirve de paso a algunos que emigraron a Chile, donde conforman la tercera comunidad extranjera residente, con unas 200.000 personas.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha asistido en los últimos años a migrantes y refugiados venezolanos que llegaron a Perú y también ha ayudado a haitianos varados en el país por la pandemia.
Por pedido del gobierno peruano, ACNUR, la Congregación Salesiana y otras instituciones colocaron en marzo en un albergue a 90 haitianos, un tercio de ellos niños, que viajaban de Chile hacia Ecuador de regreso a su país.
“Apoyamos a un grupo de 90 que reubicamos en un albergue temporal” que proporcionó la Congregación Salesiana, explica a la AFP Regina de la Portilla, portavoz de ACNUR. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) también colaboró con alimentos.
“A partir de esta semana han empezado a salir del albergue, dado que se están flexibilizando las medidas” de confinamiento, agrega.
ACNUR y la OIM también han asistido a otros migrantes haitianos que quedaron varados en la ciudad peruana de Tacna, fronteriza con Chile.
Perú registra 319.646 casos de covid-19 y es el segundo país de América Latina con más contagios después de Brasil, y el tercero en decesos detrás del gigante sudamericano y México, con 11.500 muertos.