El 11 de julio de 1995, cinco meses antes del final de la guerra, las fuerzas serbias de Bosnia se apoderaron de Srebrenica.
Los musulmanes de Bosnia conmemoraron este sábado el genocidio de Srebrenica de hace 25 años, la peor matanza en territorio europeo desde la Segunda Guerra Mundial, en una ceremonia muy reducida debido a la pandemia de coronavirus.
“Tengo una hija de dos años, como yo entonces. Es difícil cuando ves a alguien que llama a su padre y tú no lo tienes”, dice llorando Sehad Hasanovic, 27 años, a quien las medidas de lucha contra la pandemia no han disuadido de venir, junto a unos 3.000 familiares de víctimas.
Su padre, Semso, “se fue al bosque y nunca regresó. Solo hemos encontrado unas osamentas”, dice.
Al igual que su hermano Sefik y su padre Sevko, Semso fue asesinado cuando las tropas serbias de Bosnia de Ratko Mladic entraron en el enclave de Srebrenica donde exterminaron sistemáticamente a los hombres y adolescentes musulmanes.
Este sábado fueron enterrados en el cementerio del Monumento del Genocidio, en Potocari, una localidad cerca de Srebrenica donde se encontraba durante la guerra intercomunitaria de Bosnia (1992-95) la base de la Fuerza de Protección de la ONU (UNPROFOR, por sus siglas en inglés).
El 11 de julio de 1995, cinco meses antes del final de la guerra, las fuerzas serbias de Bosnia se apoderaron de Srebrenica, una “zona segura” declarada por Naciones Unidas, resguardada por unos 400 cascos azules holandeses, y en unos días masacraron a más de 8.000 hombres y adolescentes bosnios (musulmanes).
En aquel entonces el líder político serbobosnio era Radovan Karadzic y el jefe militar, Ratko Mladic. La justicia internacional los condenó a cadena perpetua, sobre todo por la masacre de Srebrenica y el asedio de Sarajevo.
A día de hoy se han encontrado casi 6.900 víctimas de la masacre en más de 80 fosas comunes y se han identificado. La mayoría están enterradas en el cementerio del Monumento del Genocidio.
La lucha contra la “negación”–
La matanza de Srebrenica es el único episodio de la guerra bosnia (100.000 muertos) calificado de genocidio por la justicia internacional. Pero los dirigentes políticos serbobosnios siguen restándole importancia.
El miembro serbio de la presidencia colegiada de Bosnia, Milorad Dodik, rechaza la calificación de “genocidio” y habla de “mito”.
“Insistiremos sin descanso en la verdad, la justicia y la necesidad de juzgar a todos aquellos que cometieron este crimen”, dijo el viernes el miembro bosnio (musulmán) de la presidencia bosnia, Sefik Dzaferovic.
“Lucharemos contra aquellos que niegan el genocidio y glorifican a sus autores”, añadió en el complejo memorial donde asistió a una oración colectiva.
El alcalde serbio de Srebrenica, Mladen Grijicic, afirmó que “hay cada día nuevas pruebas que niegan la presentación actual de todo lo que sucedió” en Srebrenica.
“La comunidad internacional no defendió Srebrenica hace 25 años, pero tiene la posibilidad de defender la verdad que se pone en entredicho”, declaró por su parte Bakir Izetbegovic, responsable del principal partido bosnio (musulmán), el SDA, e hijo del líder de los bosnios en el momento del conflicto, Alija Izetbegovic.
“Pese a todo lo que pasó, la vida renace en Srebrenica (…) El pasado que fue difícil puede ser la ocasión para conocerse mejor y construir un futuro mejor, si aceptamos la verdad como línea directiva”, dijo a su lado el gran muftí bosnio, Husein Kavazovic.
Ante la imposibilidad de traer a multitudes en un solo día, los organizadores invitaron a la gente a visitar el centro memorial a lo largo de todo el mes de julio.
Se han instalado varias exposiciones, como los cuadros del artista bosnio Safet Zec dedicados a la masacre.
Otra obra, bautizada “¿Por qué no están aquí?”, de la artista estadounidense de origen bosnio Aida Sehovic, consiste en más de 8.000 tazas de café (una por cada víctima de la masacre) colocadas en el césped del centro memorial.