El molusco bivalvo sobrevive de las bacterias que habitan en él, posee un caparazón en forma de tubo. El descubrimiento científico no es nuevo para los moradores de Filipinas
Un equipo de científicos estudió por primera vez un extraño molusco que se parece a un enorme gusano negro y vive en el fondo marino, tras descubrir varios ejemplares en las aguas de Filipinas.
El animal puede medir hasta 155 centímetros de largo y tiene una existencia sedentaria en los sedimentos del óceano, alimentándose de los residuos producidos por los microorganismos que viven en sus branquias.
“Estamos sorprendidos. Es la primera vez que vemos un especimen tan grande. Por lo general, no son más grandes que una cerilla y son blancos”, declaró la bióloga marina Julie Albano.
El molusco bivalvo, cuyo nombre científico es Kuphus Polythalamia, posee un caparazón en forma de tubo.
A diferencia de sus primos más pequeños que se alimentan de madera en descomposición, sobrevive gracias a las bacterias que habitan en él: éstas se sirven del sulfuro de hidrógeno presente en los sedimentos para crear el carbono orgánico con el que se alimenta el molusco.
El Kuphus tiene aparato digestivo pero, al parecer, éste se ha reducido y se ha vuelto casi superfluo.