El astro, llamado LHS 1140b, fue descubierto alrededor de una estrella de la constelación Cetu, situada a unos 40 años luz de la Tierra
Un nuevo planeta ingresó este miércoles en el restringido círculo de astros capaces de albergar signos de vida más allá del sistema solar.
El planeta, llamado LHS 1140b, fue descubierto alrededor de una estrella de la constelación Cetu, situada a unos 40 años luz de la Tierra (un año luz equivale a 9,460 billones de km).
El exoplaneta orbita en la zona habitable de su estrella, es decir que está “a buena distancia de su estrella como para permitir la presencia de agua líquida en su superficie, lo que es indispensable para la vida. De los miles de exoplanetas detectados hasta ahora, sólo unas decenas se encuentran, como LHS 1140b, en una zona habitable.
Los astrónomos, que se basaron, entre otros, en las observaciones del espectógrafo HARPS, instalado en un telescopio de ESO (Observatorio Europeo Austral) en Chile, pudieron definir el radio y la masa de LHS 1140b.
Su radio mide casi una vez y media el de la Tierra y tiene una masa seis veces superior. Los astrónomos dedujeron que es rocoso, como la Tierra. Para hallar vida los científicos buscan planetas similares a la Tierra.
Los científicos esperan con impaciencia el lanzamiento del telescopio espacial James Webb (JWST) que, cien veces más potente que Hubble, permitirá estudiar esos exoplanetas y descubrir si poseen atmósfera. Luego deberán definir si esta atmósfera contiene rastros de oxígeno, otro elemento esencial para la vida.