Después de volver a una aparente normalidad a principios del verano en muchos países, el mundo parece cerrarse de nuevo en un intento por controlar el resurgimiento de casos de covid-19.
España decretó el cierre discotecas y la prohibición de fumar en la calle, el Reino Unido reimpondrá una cuarentena a viajeros procedentes de Francia y Nueva Zelanda prolongará el confinamiento en Auckland, en un mundo que redobla sus esfuerzos por contener la pandemia de nuevo coronavirus.
Después de volver a una aparente normalidad a principios del verano en muchos países, el mundo parece cerrarse de nuevo en un intento por controlar el resurgimiento de casos de covid-19.
El uso de mascarilla ya es obligatorio en el exterior en algunas ciudades de Europa, y España decretó este viernes la prohibición de fumar en la calle, salvo si se puede mantener la distancia de seguridad de dos metros, una medida que ya en vigor en dos las regiones de Galicia y Canarias.
También se volverán a cerrar discotecas, bares nocturnos y salones de bailes. Los restaurantes y otros bares deberán cerrar a la una de la mañana y no podrán recibir más clientes pasada medianoche.
España, uno de los más golpeados del mundo por la pandemia (28.500 fallecidos y casi 330.00 casos), atraviesa un repunte alarmante de nuevas infecciones, con 3.000 nuevos contagios en 24 horas registrados el jueves.
El nuevo coronavirus se ha cobrado la vida de más de 754.000 personas en todo el planeta y más de 20,9 millones se han contagiado, según el último balance de la AFP basado en fuentes oficiales.
La pandemia deja además unas dramáticas consecuencias económicas, como lo muestra la recesión en Polonia por primera vez desde el comunismo y caídas históricas del PIB en Holanda, Hungría, Bulgaria y Rumania, según cifras divulgadas este viernes.
En Europa, el número de casos va en aumento en las últimas semanas pero, al menos por ahora, no el número de fallecidos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La agencia de la ONU ve con preocupación una eventual relajación de la vigilancia en periodo estival, en especial por parte de los jóvenes, que suelen sufrir contagios menos graves y una baja mortalidad.
– Confinamiento en Nueva Zelanda –
Ante la amenaza de una segunda ola en su territorio, el gobierno británico decidió reimponer a partir del sábado a las 03H00 GMT 14 días de cuarentena a los viajeros procedentes de Francia, Holanda y Malta, poco menos de un mes después de haberles eximido. La medida sigue vigente para España, Bélgica, Andorra y Bahamas.
Unos 160.000 británicos actualmente en Francia, así como parte de los 300.000 franceses que viven en el Reino Unido y pasan las vacaciones en su país, disponen de unas horas para volver antes de la entrada en vigor de esta medida.
“Es una pesadilla. Incluso si quisiéramos, no podemos regresar a tiempo”, reaccionó Claudia, una alemana de 42 años residente en Londres y de vacaciones en el oeste de Francia con su marido y su hija.
El Reino Unido, el país más golpeado en Europa con más de 41.000 muertos, teme la llegada de casos importados en un momento en el que busca reabrir su economía, que sufrió un descalabro sin precedentes en el continente.
Fuera de Europa tampoco hay buenas noticias. Nueva Zelanda, alabada por su buena respuesta en la primera ola epidémica, prolongo por 12 días, hasta el 26 de agosto, el confinamiento en Auckland para frenar la reaparición del virus.
Corea del Norte, por el contrario, anunció el levantamiento del confinamiento de una ciudad, situada en la frontera entre las dos Coreas, instaurado a finales de julio tras hallar un primer caso “sospechoso” de coronavirus.
– Esperanza de una vacuna –
En Estados Unidos, que sigue siendo el más golpeado (más de 167.200 muertos y más de 5,2 millones de casos), la delicada cuestión del uso de mascarillas volvió a aflorar el jueves.
El candidato demócrata a las presidenciales, Joe Biden, exhortó a imponerlo en todo el país, una idea descartada enseguida por el presidente Donald Trump, que le acusó de querer “encerrar a todos los estadounidenses en su territorio durante meses”.
Detrás de Estados Unidos, se sitúan Brasil (105.463 muertos y más de 3,2 millones de casos), México (55.293 decesos y más de medio millón de casos) e India (48.040 y más de 2,4 millones de contagios).
América Latina y el Caribe es la región con mayor cantidad de contagios (5.826.336) y decesos (228.751).
Aparte de Brasil y México, Perú -que reimpuso un toque de queda dominical-, Colombia y Chile se encuentra entre los diez más afectados.
Ante la escalada de casos o la persistencia del virus, la región vio esperanza en la llegada de una vacuna, por la que se libra una carrera contrarreloj en todo el planeta.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aseguró que la fabricación de la vacuna en la que trabaja el laboratorio anglosueco AstraZenaca, y que debe producirse en su país y Argentina para América Latina (a excepción de Brasil), estaría disponible “a partir del primer trimestre del año que viene”.
En México, será “universal y gratuita”. “Todos los mexicanos tendrán acceso a la vacuna. Los más humildes no deben preocuparse”, afirmó.
En Brasil, que tiene sus propios acuerdos sobre posibles vacunas, el estado de Paraná (sur) firmó el miércoles un entendimiento con Rusia para probar y producir la Sputnik V.
Estados Unidos, que invirtió más de 10.000 millones de dólares en seis proyectos de vacunas y firmó contratos que garantizan la entrega de cientos de millones de dosis en caso de éxito, prometió el jueves que las vacunas se distribuirían gratuitamente a los estadounidenses.