PepsiCo creó un nuevo puesto para el brasileño, reagrupando las actividades en materia de política pública.
El director de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el brasileño Roberto Azevedo, se prepara para unirse a la vicepresidencia y a la dirección general del gigante estadounidense de las bebidas PepsiCo a principios de septiembre, dejando su puesto en una institución en crisis.
El brasileño, ingeniero de formación y diplomático de carrera, anunció sorpresivamente a mediados de mayo que dejaría su puesto a fines de agosto, un año antes del fin de su mandato, por “razones familiares”, sin revelar cuáles serían sus futuras funciones.
Pepsi anunció que el jefe de la OMC se unirá a sus filas a partir de septiembre, y explicó, en un comunicado, que creó un nuevo puesto para el brasileño, reagrupando las actividades en materia de política pública, asuntos gubernamentales y de comunicación.
Según el grupo, ese cargo se ocupará de “consolidar los esfuerzos de compromiso externo de PepsiCo con gobiernos nacionales e internacionales, reguladores, organizaciones internacionales y actores no gubernamentales”.
Ramon Laguarta, presidente y director general de PepsiCo, destaco que Azevedo aportará “competencias políticas valiosas y conocimientos técnicos sobre los ambientes sociales, políticos y reglamentarios complejos” que tienen un impacto en la sociedad.
“Estoy contento de unirme a PepsiCo en un momento en el que el fortalecimiento de las relaciones entre las empresas, los gobiernos y la sociedad se volvió esencial para generar un crecimiento sostenible e inclusivo a largo plazo”, declaró Azevedo.
Tras su partida, uno de los cuatros directores adjuntos -un estadounidense, un alemán, un nigeriano y un chino- deben dirigir la OMC a la espera de que se designe al sucesor de Azevedo.
Pero los 164 miembros de la organización, que habitualmente toman las decisiones por consenso, no lograron ponerse de acuerdo para nombrarlo.
El proceso de designación del sucesor de Azevedo –ocho candidatos están en liza– debe comenzar en septiembre y puede prolongarse hasta noviembre.
En pleno marasmo económico mundial debido a la pandemia de covid-19, el futuro director de la OMC deberá preparar la conferencia ministerial prevista para 2021, impulsar las negociaciones atascadas y resolver los conflictos entre la organización y Estados Unidos.