Puertos marítimos , terminales aéreas y el transporte terrestre de mercancías han sido transformados sobre la marcha. Pandemia, logística y cambios.
Mientras el mundo intenta retomar su ciclo tras la pandemia de covid-19, la cadena de actividades vinculadas al suministro de bienes, insumos, alimentos y otros no se ha detenido un solo segundo. Por ejemplo, en Panamá llevamos 150 días ( 5 meses) bajo medidas de restricción de movilidad para los ciudadanos, cierre del comercio y la actividad turística, sin embargo no se ha registrado desabastecimiento alguno de suministros en todo ese tiempo.
La razón es simple: El sector logístico se adaptó y sin detenerse han implementado una serie de protocolos de bioseguridad que le ha permitido no solo mantenerse funcionando, sino en algunos casos incrementar su actividad.
Los ajustes no han dejado nada por fuera. es una operación que incluye medidas unilaterales en cada actividad y otras de manera coordinada que se combinan en el transporte terrestre, marítimo y aéreo para garantizar la sostenibilidad de la cadena.
Puertos Seguros
En el sector portuario, desde que se declaró el Estado de Emergencia, se pusieron en marcha estrictas medidas de seguridad sanitaria que van desde el lavado frecuente de las manos, hasta la restricción de los embarques y desembarques en navíos procedentes del exterior.
Otras medidas que se adoptaron para garantizar la seguridad de los trabajadores y de la industria, fue la toma de temperatura al ingreso al área laboral, el uso obligatorio de mascarillas y guantes, la dispensación de gel alcoholado, líneas de distanciamiento y el acogimiento al teletrabajo, en las áreas no esenciales para la operación.
La Autoridad Marítima de Panamá (AMP), ha sido la encargada de velar por el cumplimiento de las normas sanitarias y ha realizado inspecciones hasta tres veces por semana en las diversas terminales. Estas medidas de bioseguridad y protocolos de sanidad marítima se mantienen en todos los puertos, confirmó Noriel Araúz, ministro de Asuntos Marítimos y administrador de la AMP.
Esto ha permitido que el país y la región mantengan un régimen de abastecimiento ininterrumpido, pues el ritmo de la actividad no se afectó. Al contrario se incrementó.
Por ejemplo hasta julio de 2020 informes de la AMP, reflejan que los puertos panameños han incrementado sus actividades. De acuerdo con las estadísticas, el puerto de Balboa, en el extremo sur del Canal de Panamá sobre las costas del pacífico panameño percibió un incremento de 6.9% en el movimiento de carga, al comparar la actividad de los 7 primeros meses del 2020 con igual periodo de 2019.
Mientras que al otro lado de la Franja Interocéanica el puerto de Cristóbal, localizado al extremo norte, en el atlántico panameño tuvo un incremento del 16.5% en el volumen de la actividad.
Balboa y Cristobal son puertos operados por Panamá Ports Company que se posiciona como una de las principales empresas portuarias de la región y es además parte de la familia Hutchinson Ports, uno de los gigantes del mudo en la actividad.
Aeropuertos resilientes
En el sector aéreo de carga, el panorama ha sido similar y las operaciones de movimiento de mercancía no han cesado. Terminales aéreas se han mantenido en constante movilización de la carga, en su mayoría insumos médicos y alimentos.
Por ejemplo, el Aeropuerto Internacional de Tocumen ahora cuenta con un moderno sistema para la medición de temperatura, al ingresar al recinto aéreo.
Según Raffoul Arab, gerente de la terminal aérea panameña, se trata de cámaras termográficas, diseñadas para detectar la temperatura de la superficie de la piel elevada con alta precisión en tiempo real.
Incluso se han preparado para retomar sus actividades en el transporte aéreo de pasajeros que empieza a recuperar su funcionamiento tras un prolongado cierre. “Se han señalizado todas las áreas de uso público para mantener el distanciamiento del público e igualmente en los espacios de todo el personal”, explica Arab.
El desafío terrestre
El campo terrestre, es quizás, el sector que más desafíos ha enfrentado para la movilización de las mercancías. Las restricciones adoptadas para la movilidad en el territorio nacional ha dificultado en gran medida la operación.
No obstante, más allá de esas aristas, y con una baja del 60% en el negocio, el transporte de carga ha seguido con la operación, cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad emanados por el MINSA y supervisados por la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, sostuvo en una conversación reciente el presidente de la Asociación de Transportistas de Carga de Panamá (Atracapa), Julio Solís.
“En esta pandemia hemos tenido un buen supplier de alimentos, no ha existido escasez”, confirmó el viceministro de Comercio e Industrias, Juan Carlos Sosa, en un foro virtual realizado por el Consejo Empresarial Logístico.
En el escenario de la nueva normalidad, Domingo Latorraca, socio consultor de Deloitte, asegura que se debe ejecutar un plan de logística muy bien estructurado, que permita llegar a todos los integrantes de la cadena logística.