Al menos 13 personas murieron asfixiadas la noche del sábado en una estampida desatada en una discoteca de Perú cuando la policía irrumpió para impedir una fiesta vedada por la epidemia de coronavirus.
“Tras un operativo policial en una discoteca en Los Olivos se reportan 13 personas fallecidas”, dijo a la radio RPP el jefe de la policía peruana, general Orlando Velasco.
La policía allanó la discoteca donde 120 personas participaban en una fiesta convocada a través de las redes sociales, violando la norma que prohíbe reuniones grupales en Perú debido al estado de emergencia sanitario por el coronavirus.
“Frente a la intervención policial, que no empleó ningún tipo de arma o bomba lacrimógena, los asistentes a la fiesta intentaron escapar por la única puerta de ingreso, atropellándose y quedando atrapadas entre la puerta y una escalera de local”, señaló el ministerio del Interior en un comunicado.
La acción se desencadenó una hora antes del inicio del toque de queda nocturno, luego que vecinos se quejaran de una fiesta.
Algunos participantes de la fiesta y vecinos refutaron la versión policial de haber prescindido de los gases lacrimógenos.
“Parece que la policía ha entrado y les ha tirado bombas lacrimógenas y los han encerrado, y parece que esa gente ha muerto asfixiada”, dijo un vecino de la zona a la radio RPP.
Entre las trece personas fallecidas hay doce mujeres y un varón, informó la ministra de la Mujer, Rosario Sasieta que llegó al lugar de las tragedia y visitó en una clínica a los heridos.
Entre los heridos hay tres civiles y tres policías, que intentaron liberar y auxiliar a las personas atrapadas. También quedaron detenidas 23 personas.
Según diversos testimonios, el pánico se desató entre los varones una vez que un grupo de agentes ingresó a la discoteca y pidió a las mujeres abandonar primero el local.
Un buen grupo de asistentes alcanzó a salir a la calle, pero otro quedó atrapado cuando los varones corrieron hacia un escalera angosta que era la única salida y se toparon con la puerta cerrada.
La desesperación por evitar ser detenidos habría sido la chispa de la tragedia. La norma peruana prevé penas de cárcel y sanciones pecuniarias equivalentes a 110 dólares a quienes incumplan las disposiciones por la pandemia, como participar en reuniones sociales.
La fiesta tuvo lugar en la discoteca “Thomas Restobar”, una vivienda de dos pisos de color celeste que tenía licencia desde 2016, según el municipio de Los Olivos, un populoso distrito al norte de Lima.