La mayor dificultad para operar la enfrentan en la frontera tico-panameña. El país vecino difícilmente cede a peticiones de los panameños.
El sector de transporte de carga por carretera representa un eslabón clave en la cadena logística, en la difícil situación sanitaria que atraviesa el país.
Empero, la pandemia del coronavirus ha traído a colación las duras situaciones a las que se enfrentan estos camioneros, en el diario vivir, y las falencias existentes en el cumplimiento de acuerdos suscritos entre gobiernos regionales.
El transporte de carga por carretera, es quizás el eslabón más débil del encadenamiento logístico. Más del 50% de su flota corresponde a pequeños empresarios que hoy enfrentan innumerables desafíos para sobrevivir en el negocio, más cuando la carga local ha disminuido.
Uno de los mayores obstáculos que han enfrentado los transportistas nacionales es el tema de las medidas de bioseguridad, situación que hoy en día los tiene en constante medición de fuerza en la frontera tico-panameña, para lograr proseguir con la operación.
Desde el inició de la pandemia y con el posterior repunte de los casos de coronavirus en el istmo canalero, las autoridades costarricenses prohibieron la entrada a los transportistas panameños, situación que los dejó indefensos, muchos quedaron a la deriva.
Desde entonces, sorteando su suerte en medio de esta depresión económica, han cerrado en varias ocasiones la frontera, como medida de presión al trato empleado por el gobierno de Costa Rica.
Esta es una situación que mantiene preocupados a representantes del sector logístico panameño, más cuando aseguran hay convenios que no se están cumpliendo a cabalidad.
El presidente del Consejo Empresarial Logístico (COEL), Rodolfo De La Guardia narró que actualmente existen acuerdos de bioseguridad suscritos por todos los países de Centroamérica, sin embargo; las diversas naciones no se está adhiriendo a estos convenios.
“Cada país está aplicando individualmente su libreto y esto ha dado como resultado abusos hacía nuestros transportistas nacionales”, describe De La Guardia en clara referencia a la situación acontecida con Costa Rica.
El más reciente inconveniente sufrido por los transportistas locales guarda relación con el sistema convoy a los camiones de carga para hacer el tránsito por zona limítrofe costarricense.
Los camioneros panameños solicitaban un trato humano, que se eliminen las caravanas para hacer el tránsito por Costa Rica y que se permitiera hacerlo mediante la utilización de GPS.
Finalmente, hace dos días, tras la intervención de autoridades panameñas, el Gobierno de Costa Rica flexibilizó el tránsito fronterizo, al menos en el tema de sistema convoy.
“Nuestros transportistas corrían peligro, no se le daban las mejores condiciones humanitarias para su descanso y para su alimentación”, resumió Tayra Barsallo, directora general de la Autoridad Nacional de Aduanas.
Dijo que luego de un trabajo incansable, lograron que se restablezca la buena circulación para la facilitación del comercio a través de las fronteras, lo que además de ayudar a los camioneros, repercute en beneficio de los exportadores e importadores locales.
El presidente de la Asociación de Transportistas de Carga de Panamá (ATRACAPA), Julio Solís, explicó que el consumo de todo tipo de productos que este sector maneja como movilización de contenedores, combustible, equipo pesado, entre otros, ha disminuido a números considerables.
Detalla que hay empresas que solo están manejando entre un 10% y 12% de la carga total que movilizaban antes de la pandemia, lo que causa mucha preocupación por su estabilidad a futuro.
Precisa que en este momento es muy difícil calcular las cuantiosas pérdidas económicas que enfrentan, sin embargo, a la fecha, han tratado de mantener al menos, la remuneración salarial a la fuerza laboral.
Shirley Cañete, especialista en Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), manifestó que es “urgente que los Estados fortalezcan a este sector en este momento de emergencia mundial”.
En Panamá, el sector de transporte de carga depende en su gran mayoría del 15% de la carga marítima que arriba a puertos panameños para su distribución local. El 85% restante es de trasbordo.
Aproximadamente 12 mil plazas de empleo son creadas por el sector de transporte de carga terrestre en Panamá.