El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, viajará el jueves a Kenosha, epicentro de encendidas protestas y disturbios antirracistas.
El viaje de Biden, apenas el segundo oficial después de meses de extrema prudencia haciendo campaña desde su feudo de Wilmington (Delaware, noreste) por la pandemia del coronavirus, es señal de que el ex vicepresidente llega finalmente de lleno al terreno.
“Se trata de asegurarnos de seguir avanzando”, dijo el miércoles Biden a reporteros en Wilmington, al detallar sus objetivos de viaje.
“Tenemos que sanar, unir a la gente. Así que mi propósito al ir será hacer justo eso. Ser una influencia positiva en medio de lo que está pasando”, explicó, en su primera interpelación con periodistas después de semanas.
Se espera que el mensaje de Biden en Kenosha (Wisconsin, norte) sea diametralmente diferente al que dio su rival Trump el martes.
Contrariamente al presidente republicano, Biden se reunirá con la familia de Jacob Blake, un hombre negro de 29 años que se encuentra hospitalizado con la parte inferior del cuerpo paralizada tras recibir disparos de un policía blanco, en una escena filmada por testigos.
Estos hechos ocurrieron hace 10 días ante la mirada de los tres hijos de Blake, quien podría quedar paralítico de por vida.
Desde entonces, Kenosha registró noches de protestas y disturbios, haciendo eco al movimiento contra el racismo y la brutalidad policial avivado tras la muerte el 25 de mayo de otro ciudadano negro, George Floyd, asfixiado por un policía blanco.
Biden, de 77 años y ex vicepresidente de Barack Obama, había restringido los viajes por la pandemia mientras Trump, de 74, multiplica los desplazamientos a dos meses de los comicios, ironizando sobre la falta de “energía” de su rival.
Creciente violencia
Se espera que Wisconsin juegue un papel crucial en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
El republicano Trump, que ganó por sorpresa en ese estado en las elecciones de 2016, visitó Kenosha a pesar de las advertencias del alcalde de la ciudad y del gobernador del estado, ambos demócratas, que temían un recrudecimiento de las protestas.
Durante su campaña para un nuevo mandato, Trump ha repetido el eslogan “ley y orden”. En su visita a Kenosha también lo hizo mientras comprobaba los daños causados durante los disturbios, que tachó de “terrorismo doméstico”. También agradeció a la policía por su trabajo, todo sin nombrar a Blake.
Cuando se le preguntó a Biden si su visita a Kenosha representaba un riesgo de avivar los disturbios, respondió que lo había consultado con los líderes locales, quienes le informaron que hay un número “avasallador de solicitudes” para que visitara la ciudad.
El ex vicepresidente, que viajará con su esposa Jill Biden, se reunirá con los habitantes de Kenosha, aseguró su equipo de campaña.
Las manifestaciones en Kenosha empezaron de manera pacífica la noche en que le dispararon a Blake, pero luego hubo disturbios y choques con grupos armados de blancos de extrema derecha.
Las tensiones alcanzaron un clímax el 25 de agosto, cuando dos personas fueron asesinadas a tiros y una más resultó herida. Kyle Rittenhouse, un joven blanco de 17 años simpatizante de Trump y las milicias, fue arrestado y acusado de homicidio.
El presidente se ha negado a cuestionar la creciente presencia de grupos armados. También se refirió a los alegatos contra Rittenhouse como una “situación interesante”.
“Incendiar no es protestar”
Trump ha acusado a Biden de tolerar la violencia, lo que forzó al ex vicepresidente a pronunciar el lunes un duro rechazo a los disturbios durante un discurso en Pittsburgh, (en otro estado clave, Pensilvania) la primera ciudad que visitó después de meses de confinamiento.
“Saquear no es protestar, incendiar no es protestar”, dijo Biden, al acusar a Trump de “fomentar” la violencia.
Contrariamente a su rival, Biden denuncia incansablemente el racismo institucional en Estados Unidos y el miércoles coincidió con su compañera de fórmula, Kamala Harris, en que el policía que disparó a Blake debe enfrentar cargos.
El senador demócrata Chris Coons dijo a la AFP en Wilmington que el candidato reiterará en su viaje que habló con la familia de Blake, que está en contra de la violencia en todas sus formas y que “apoya firmemente las protestas pacíficas que busquen la reconciliación racial y una reforma policial”.
Biden lleva ventaja sobre Trump en las encuestas nacionales, pero la carrera se vuelve más reñida en los estados clave como Wisconsin, donde estaba previsto celebrar la convención demócrata hasta que se decidió que fuera online por la pandemia.