El jefe de filas de la oposición, Juan Guaidó, se puso al frente de una treintena de partidos que hicieron un llamado al boicot para estas elecciones.
El Grupo Internacional de Contacto (GIC) sobre Venezuela consideró este jueves que el calendario previsto para las elecciones legislativas del 6 de diciembre no permite el envío de observadores y que “no se reúnen” las condiciones para unos comicios “transparentes” y “justos”.
En un comunicado publicado tras una reunión ministerial por videoconferencia de ese grupo, que engloba a países europeos y latinoamericanos, los miembros “concluyeron que no se reúnen las condiciones de momento, para un proceso electoral transparente, inclusivo, libre y justo”.
El gobierno de Nicolás Maduro invitó a la ONU y a la Unión Europea a observar las elecciones, pero el GIC apuntó que “el calendario electoral actual no permite el despliegue de una misión de observación electoral”.
Este calendario “tampoco da suficiente tiempo y espacio para que los partidos puedan negociar las condiciones de unas elecciones creíbles, libres y justas”, indicó el comunicado del GIC, cuya reunión estuvo presidida por el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Por su parte, Estados Unidos advirtió a principios de septiembre que rechazaría “contribuir a legitimar otro fraude electoral” en Venezuela. Brasil instó el jueves a la comunidad internacional a no apoyar esos comicios.
Venezuela ha convocado para el 6 de diciembre unas elecciones destinadas a renovar su Parlamento, único órgano controlado por la oposición.
El jefe de filas de la oposición, Juan Guaidó, se puso al frente de una treintena de partidos que hicieron un llamado al boicot para estas elecciones, al considerar que la organización de las mismas no fue lo suficientemente transparente. Sin embargo, el también opositor Henrique Capriles rompió esta unidad al pedirle a la población que participe en los comicios de forma masiva.
Los miembros del GIC expresaron su “profunda preocupación por las violaciones de los derechos humanos” en ese país y mostraron su apoyo al trabajo realizado por la misión de investigación de Naciones Unidas.
El equipo de investigadores, que no pudo trabajar sobre el terreno, afirmó en un informe divulgado el miércoles que el presidente, Nicolás Maduro, y ministros suyos estaban detrás de “posibles crímenes contra la humanidad” en Venezuela. El gobierno de Caracas, en cambio, denunció que el documento estaba “plagado de falsedades”.
Asimismo, el GIC “reiteró su profunda preocupación por la degradación de la situación humanitaria en el país, agravada por la pandemia de covid-19”.
El GIC está compuesto por países europeos como España, el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, y varios latinoamericanos. Argentina acaba de incorporarse, mientras que Bolivia lo abandonó.