Las buenas provisiones por contingencias de riesgo de crédito mantienen estable la banca local.
La liquidez del sistema bancario panameño se sitúa en un promedio de 64.2%, con un nivel de solvencia medido a través del índice de adecuación de capital de 15.8%, lo que constata fundamentos financieros estables a pesar de la disrupción causada por la pandemia del Covid-19.
Sin embargo, el resultado favorable de la banca local, con coeficientes superiores a los mínimos establecidos por la Ley Bancaria, obedece a acciones adoptadas en el marco de la actual coyuntura.
En un comunicado de prensa divulgado la mañana de este lunes 5 de octubre de 2020, el SBP hizo referencia a un informe relacionado a las utilidades del Centro Bancario en el que se detalla que estas registran una disminución de 34.8% comparado con igual período de 2019.
No obstante, aclaró que esto responde a dos factores principales: primero, el sistema aumentó el gasto de provisiones en 82.1% para enfrentar riesgo de crédito en el contexto actual; esta es una medida conservadora que también favorece la transparencia del balance.
Segundo, explicó que los ingresos del sistema se han visto reducidos por la menor generación de negocio crediticio durante este año. Los desembolsos de nuevos préstamos a la economía han disminuido en 48.4% hasta el mes de agosto si se compara con similar período del año anterior.
“La combinación de mayores gastos y menores ingresos tendrá un impacto adverso sobre los resultados de los bancos en 2020, como también esta sucediendo en una amplia gama de sectores de la economía”, precisó el SBP.
Describió que los bancos han otorgado medidas de alivio financiero a los clientes locales del sistema favorecidos por las medidas regulatorias adoptadas por la Superintendencia de Bancos.
“Este se ha realizado con el aplazamiento de pago de cuotas, revisión de términos y condiciones originalmente pactados en los créditos corporativos y cambios en las tasas de interés”, dijo.
De acuerdo con el sistema bancario, al mes de agosto, los créditos modificados sumaban 28,083 millones, cerca del 50.6% del saldo de la cartera de préstamos interna, beneficiando a 1,038,158 clientes.
Los mayores renglones de créditos modificados se orientan a préstamos hipotecarios, financiamientos interinos de construcción, así como también préstamos comerciales, personales y de tarjetas de crédito.