El presidente se ha negado varias veces a garantizar que cederá pacíficamente el poder si es derrotado el 3 de noviembre.
“Esperamos que todo salga bien, pero debemos estar preparados para lo peor”, dice Sean Eldridge, coorganizador de una coalición que prepara manifestaciones en Estados Unidos si el presidente Donald Trump intenta socavar los resultados de la elección o se niega a aceptar una eventual derrota.
El presidente se ha negado varias veces a garantizar que cederá pacíficamente el poder si es derrotado el 3 de noviembre. Ha sugerido que solo un fraude masivo podría impedirle ganar (en su opinión debido a las decenas de millones de votos enviados por correo o depositados en las urnas de forma anticipada a raíz de la pandemia), lo cual pone en duda una transición pacífica del poder, algo que inquieta incluso a su propio campo.
“Preocuparse por si un presidente en ejercicio aceptará el veredicto de las urnas y garantizará una transición pacífica del poder es algo nunca visto en la historia política estadounidense”, dijo Sean Eldridge, de 34 años, excandidato demócrata al Congreso en el estado de Nueva York, y uno de los líderes de la legalización del casamiento homosexual en el país.
“Nunca me imaginé que tendría que hacer un trabajo de este tipo. Pero debemos tomarle la palabra (a Trump) cuando dice que podría no aceptar los resultados”, porque “todo lo que ha hecho desde hace tres años y medio muestra su falta de respeto total por las normas democráticas”, dijo.
En un país que acaba de salir de masivas manifestaciones nacionales contra la desigualdad racial tras la muerte de George Floyd a fines de mayo, el “trabajo” consiste en preparar nuevas protestas por todos lados. La coalición “Protect the Results” (“Protejan los resultados”), de la cual Eldridge es uno de los líderes, sentó esta semana las bases para 250 manifestaciones, de Las Vegas a Nueva York, de Maine a Florida.
“Protejan los resultados” agrupa a más de 100 organizaciones que representan a “millones de miembros”, según Eldridge, sobre todo de defensa del medio ambiente, como Greenpeace o el Sierra Club, de defensa de los derechos de las mujeres o los homosexuales, y al menos una organización de republicanos anti-Trump.
Aunque aún se desconoce dónde tendrán lugar las protestas, ya se indicó a los potenciales participantes que la movilización podría comenzar a las 17H00 (21H00 GMT) del 4 de noviembre, el día siguiente de las elecciones.
Dado el volumen de votos enviados por correo o depositados en urnas con anticipación, “debemos estar listos para una demora de días antes de saber quién ganó”, dijo. “Y debemos por lo tanto asegurarnos de que los estadounidenses reaccionen inmediatamente a toda presión que pueda ejercer Trump para socavar los resultados”.
De su lado, Trump llamó a sus seguidores a prepararse para “observar muy atentamente” lo que sucede en las oficinas de votación para señalar cualquier intento de fraude.
Su campaña lanzó un sitio internet para movilizar a sus seguidores, que son llamados a realizar tareas “clásicas” como golpear a la puerta de potenciales electores y registrarlos como republicanos, pero algunos se inquietan por el nombre escogido para el grupo, “Ejército de Trump”.
Tambén preocupa la negativa del presidente a denunciar a grupúsculos de extrema derecha, como los Proud Boys, a quien incluso Trump pidió “estar listos” durante el debate con su rival Joe Biden.
Según funcionarios del FBI no identificados citados por el diario Washington Post, la policía federal presta “particular atención” este año a la posibilidad de conflictos.
Eldridge asegura que las protestas de su coalición serán “no violentas” y solo tendrán lugar si hay “interferencias graves” en los resultados.
“Esperamos que no tengamos que movilizarnos”, dijo. Pero “tampoco podemos enterrar la cabeza en la arena y hacer como que no pasa nada”.