“Jugar hoy es más difícil que antes, sin ninguna duda. En mi tiempo (…) teníamos un poco más de libertad para parar la bola”.
Las entradas eran feroces, pero el balón se recibía sin prisa. Hoy la presión asfixia y a los jueces los respalda el VAR. Desde que el cumpleañero Pelé colgó los botines, hace 43 años, el fútbol es más “difícil” de jugar aunque, según el Rey, a costa del espectáculo.
El debate sobre cuál fútbol es mejor, el de antaño o el moderno, polariza. Pero los numerosos cambios en el deporte más popular del mundo desde que Pelé, que cumple 80 años el viernes, dejó de patear la pelota, el 1 de octubre de 1977, están ante los ojos del más despistado.
“Jugar hoy es más difícil que antes, sin ninguna duda. En mi tiempo (…) teníamos un poco más de libertad para parar la bola”, dijo Edson Arantes do Nascimento a CNN en marzo pasado.
El video en blanco y negro muestra a un joven corriendo tras una pelota de cuero. Los adversarios intentan, uno a uno, quitarle la redonda. Alguno se barre a matar. El delantero los esquiva, anota y celebra. La imagen se repite en muchos de los más de mil goles que anotó O Rei.
“Era un fútbol con menor dificultad que el de hoy, se marcaba menos. Las patadas eran menos ampulosas, pero se permitía jugar. Tomabas la pelota y el marcador estaba a dos metros, tres, ahora vas a tomar la pelota y ya tienes un tipo encima queriéndotela sacar. Ahora hay presión, antes la presión era un concepto que no existía”, dice a AFP Jorge Barraza, autor del libro Fútbol de ayer y de hoy.
Hoy, una galopada de Messi sintetiza la transformación del balompié. Los rivales intentan encerrarlo en la “jaula” y no siempre se atreven a mostrarle los tapones de los botines, temerosos de una amarilla o roja, que se estrenaron en el Mundial-1970, el último en el que participó Pelé y que ganó Brasil.
– Menos show –
La presión se atribuye al holandés Rinus Michels, que la puso en práctica en el Ajax y la Naranja Mecánica de 1974, tres años después de que Pelé se vistiera por última vez de ‘verdeamarelo’. Perfeccionada en el camino, es el arma de equipos como Liverpool o Bayern Munich.
El ‘pressing’ depende también de la velocidad. Basta comparar videos para notar que el balón, actualmente más liviano, se mueve más rápido. “Hoy hay muchísima más velocidad y es más difícil lograr cosas”, sostiene el uruguayo Enzo Francescoli.
Para Pelé, en su generación había “más show” porque marcar no era prioridad. “Quien paga para ir al estadio, paga por un espectáculo, no paga para ver una falta, un marcaje”, asevera.
Los recitales en el reino del brasileño estaban ligados a formaciones ofensivas. El Brasil de 1970, para muchos la mejor selección de la historia, alineaba cuatro puntas y dos mediocampistas, frente a los posteriores 4-3-3, 4-4-2, 3-5-2 o 4-2-3-1.
Durante buena parte del siglo pasado, los porteros podían recoger con las manos el balón cuando se los devolvía un compañero. Tras Italia-1990, con la llamada ‘Ley Higuita’, en referencia al portero colombiano, se les prohibió. En los pies de algunos guardametas ahora se germina la ofensiva.Para la misma época se daban los primeros martillazos hacia la igualdad de género con la celebración de la primera Copa Mundo femenina (China-1991).
– Irrupción tecnológica –
Si el cuestionado VAR, probado desde 2016, hubiera existido en México-1986 quizá el duelo Pelé-Maradona no hubiera sido tan parejo. El Mundial impulsó el mito del argentino, que comparte con el brasileño la declaración del mejor jugador del siglo XX de la FIFA.
La Mano de Dios seguramente no habría pasado el filtro del videoarbitraje, y Maradona se hubiera mantenido como un ser terrenal. Y la catarata de patadas que diezmaron a O Rei en Inglaterra-1966 podrían haber sido castigadas y Brasil, campeón defensor, superado la primera ronda.
“Si la tecnología avanza como avanza, si todos los deportes la utilizan, ¿cómo no vamos a considerarla para el fútbol?”, sostiene el Pelusa.
En Brasil-2014 aterrizaron de cabeza las nuevas tecnologías. Entonces, el sistema de detección automática de goles (DAG), que alerta al juez cuando la pelota cruza la línea, convalidó por primera vez un tanto oficial. También debutó, en un Mundial, el spray que delimita la distancia entre barrera y balón.
La irrupción tecnológica, con las redes sociales de por medio, es el último cambio significativo de un deporte que Pelé ayudó a popularizar y que actualmente mueve unos 500.000 millones de dólares por año, según la consultora Deloitte, con fichajes y salarios exorbitantes.
“En un mes gano más que mi padre en toda la vida”, dijo alguna vez el italiano Genaro Gattuso.