Rusia es la principal potencia regional y sostiene buenas relaciones con ambos campos.
El número de muertos desde que se reanudaron los combates a fines de septiembre entre Azerbaiyán y los separatistas armenios en Nagorno Karabaj se acerca a los 5.000, declaró este jueves el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Según nuestras informaciones, el número de muertos en cada bando alcanza alrededor de 2.000, lo que significa que el número total se acerca a los 5.000 muertos”, afirmó, durante un foro transmitido en directo por televisión.
Desde el 27 de septiembre, las fuerzas de Azerbaiyán conquistaron territorios que escapaban a su control desde los años 1990 y la guerra tras la caída de la URSS, que causó 30.000 muertos y condujo a la secesión de la región, ahora poblada casi exclusivamente por armenios.
Según balances parciales, estos nuevos combates causaron cerca de 1.000 muertos, entre ellos un centenar de civiles. Pero ambos campos afirman haber matado miles de adversarios.
“Hoy el conflicto está en la peor de sus variantes”, lamentó el jueves Vladimir Putin.
Rusia es la principal potencia regional y sostiene buenas relaciones con ambos campos.
El jefe de Estado ruso indicó que está “en contacto permanente” con el presidente azerbaiyano Ilham Aliev y el Primer ministro armenio Nikol Pachinian.
“Comprendemos que tal situación, cuando una parte importante del territorio azerbaiyano está perdido, no puede continuar”, dijo y se refirió a una guerra que tiene sus raíces en una “lucha territorial” y un “enfrentamiento étnico”.
Armenia descartó el miércoles cualquier “solución diplomática” para el conflicto, en medio de esfuerzos hasta ahora infructuosos de la comunidad internacional para negociar un cese el fuego durable.
Dos treguas humanitarias negociadas últimamente no se han aplicado.
Los jefes de las diplomacias de Armenia y Azerbaiyán se entrevistarán por separado el viernes en Washington con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo.