Las autoridades iraníes anunciaron el viernes sanciones contra el embajador estadounidense en Irak, Matthew Tueller, acusado de haber cometido actos “terroristas” contra los intereses iraníes.
Según un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Matthew Tueller y dos responsables estadounidenses “participaron en la organización y en la financiación (…) de actos terroristas contra los intereses del gobierno y del pueblo” iraníes.
Esta decisión se produce después de que Washington anunciara el jueves sanciones contra entidades iraníes y contra el embajador de Irán en Irak, Iraj Masjedi.
Teherán acusó a estos responsables estadounidenses de estar implicados en la muerte del general iraní Qasem Soleimani, responsable de la estrategia del país en Oriente Medio, muerto en un ataque estadounidense con dron en enero en Bagdad.
Tueller, su adjunto Steve Fagin y el responsable del consulado estadounidense en Erbil, capital del Kurdistán iraquí, Rob Waller, están también acusados de haber “apoyado a extremistas y grupos terroristas” y de participar en la campaña de las sanciones estadounidenses contra Irán, según este comunicado.
“Las acciones antiiraníes no quedarán sin respuesta”, dijo en Twitter el portavoz de Relaciones Exteriores iraní, Said Khatibzadeh.
Estados Unidos sancionó el jueves a cinco entidades iraníes, entre ellas los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Teherán, por “intentos de injerencia” en las elecciones estadounidenses del 3 de noviembre, acusaciones desmentidas por Teherán.
Estados Unidos sancionó también a Masjedi, acusado de “intentar desestabilizar Irak”. Según Washington, este diplomático era un “asesor cercano” de Qasem Soleimani, el jefe de la Fuerza Qods de los Guardianes de la Revolución.
En el último año, se han registrado un centenar de ataques contra objetivos estadounideses en Irak y Washington los atribuye a milicias armadas iraquíes proiraníes.
Las relaciones entre estos dos países, enemigos acérrimos, empeoraron aún más tras la retirada unilateral de Estados Unidos del tratado internacional sobre el programa nuclear iraní, firmado en 2015 en Viena.
A partir de ese momento, se restablecieron sanciones que hundieron a Irán en una recesión con consecuencias sociales dramáticas de las que aún no ha conseguido salir.