Occidente chiricano, clave para nuevo proyecto de investigación y desarrollo en Panamá

Occidente chiricano, clave para nuevo proyecto de investigación y desarrollo en Panamá
Linda Maguire, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Foto: Cortesía.

 

Panamá avanza en el cumplimiento de sus compromisos en materia ambiental. Esta vez, el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), junto a diversas instituciones del país, se unen para iniciar un nuevo proyecto que busca conectar ciencia, biodiversidad, desarrollo local y economía verde y, que, además, tiene como punto de encuentro, el café en uno de los territorios más biodiverso del país, la región occidental.

El proyecto, denominado ‘Alcanzando el potencial de los microbios nativos en el sector agrícola, de conformidad con el Protocolo de Nagoya’, tendrá una duración de tres años (2020-2023), con una inversión total de USD 15,398,301 y una intervención en las zonas de amortiguamiento del Parque Nacional La Amistad (Sitio de Patrimonio Mundial y Reserva de la Biosfera) y el Parque Nacional Volcán Barú.

Cindy Monge, viceministra de Ambiente, fue enfática en exaltar el rol del Protocolo de Nagoya como figura que crea una mayor seguridad jurídica y transparencia, tanto para los proveedores como para los usuarios de recursos genéticos al establecer condiciones más predecibles para el acceso a los recursos genéticos y ayudar a garantizar la participación en los beneficios cuando los recursos genéticos salen del país que los provee.

“En ese contexto, el Protocolo de Nagoya crea incentivos para la conservación y uso sostenible de los recursos genéticos, y por lo tanto aumenta la contribución de la diversidad biológica con el desarrollo y el bienestar humano”, dijo Monge.

Mongue, igualmente exhortó, desde MiAMBIENTE, a aprovechar este espacio de diálogo para afinar los detalles sobre los arreglos institucionales acerca de la organización y funcionamiento para la implementación de esta iniciativa, además de valorar el aspecto de género, que queda dentro del tercer componente del plan, como algo nuevo; un reto que apunta a contribuir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Por su parte, Linda Maguire, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), manifestó que el PNUD ha venido acompañando a Panamá en sus procesos nacionales y locales sobre acceso a recursos genéticos y reparto equitativo de beneficios y, en el marco de la Convención sobre Diversidad Biológica y el Protocolo de Nagoya, ha avanzado un largo trecho.

Maguire explicó, que en esta nueva etapa del proyecto global de acceso a recursos genéticos y reparto equitativo de beneficios o ABS, se espera lograr el desarrollo de un producto para la industria de protección de cosechas de café, tan importante para la economía de la región occidental y facilitar el acceso, beneficios compartidos y conservación de la biodiversidad, con base en el desarrollo de un producto para la industria de protectores de cosechas y el seguimiento y evaluación con enfoque de género. Por lo que PNUD felicita al país por iniciativas como está.

“Algo a resaltar de esta iniciativa es el rol que las mujeres han representado históricamente en la implementación del Protocolo de Nagoya en Panamá, y en esta etapa se contará con, aproximadamente, mil 70 beneficiarios y beneficiarias, de las cuales el 50% son mujeres. Esto demuestra un reconocido enfoque de género, con miras a garantizar el bienestar de las mujeres rurales, y que tengan acceso a la toma de decisiones al más alto nivel que corresponda, tener acceso a créditos, es decir, tener autonomía económica y participación en igualdad de condiciones. Las mujeres son las más afectadas por la actual crisis de la COVID19, de acuerdo con estudios sobre el impacto de la pandemia en la población y este proyecto se alinea a la respuesta del PNUD a la crisis”, acotó.

En tanto, Jessica Young, gerente de ambiente, cambio climático y desarrollo sostenible del PNUD, en Panamá, hizo alusión a las acciones que adelanta el país para avanzar en su promesa climática, mediante procesos que permiten priorizar acciones para mitigar y adaptarnos al cambio climático.

Expresó que ver iniciar proyectos como este, donde se trabaja con soluciones basadas en la naturaleza, en el marco de BIODIVERSIDAD 2020 el ABS que necesitamos, construir con las comunidades para buscar alternativas que prioricen el uso de elementos que provienen de micro organismos, eviten daños ambientales, y promueva modalidades de producción y consumo sostenibles, como una forma además de adaptación al cambio climático y sus efectos; y priorizando además la salud de las personas, que estarán menos expuestos al uso de agroquímicos.

El objetivo del proyecto se centra en apoyar la realización del potencial de los microorganismos nativos para contribuir al sector agrícola, al tiempo que genera beneficios ambientales globales (GEB), de conformidad con las disposiciones del Protocolo de Nagoya.

El proyecto se asentará en los logros obtenidos de proyectos previos, ampliando el abordaje para incluir microbios que tengan el potencial para ser utilizados como agentes de protección biológica de las cosechas. Además, se espera lograr un impacto positivo en las personas, sus medios de vida y la forma en que interactúan con la naturaleza.

Es importante destacar que Panamá celebra el inicio de este proyecto a dos días de que el Protocolo de Nagoya cumpla 10 años (29 de octubre) y que, como parte de las actividades programadas para conmemorar la fecha, el Proyecto Global ABS PNUD-GEF, junto con la Secretaría del Convenio sobre Diversidad Biológica, ha organizado una Conferencia Global.

La Conferencia Global permitirá a los participantes entender mejor la situación actual de la implementación del Protocolo de Nagoya y del proyecto global de acceso a recursos genéticos y reparto equitativo de beneficios en el mundo y en nuestra región. Además, será un ejercicio colectivo para definir el ‘ABS que todos necesitamos’ (tema elegido para la Conferencia) de cara a la preparación y movilización a una oportunidad única, como es la negociación del marco global de biodiversidad post-2020.

A nivel nacional se espera contar con los principales grupos interesados en el proyecto, entre ellos distintos representantes de departamentos gubernamentales, de los pueblos indígenas y comunidades locales, investigadores y sector privado biotecnológico.
Los esfuerzos para implementar el nuevo proyecto en Panamá se lideran desde el Ministerio de Ambiente con cofinanciamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT) y otros aliados.

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