Las víctimas por el covid-19 se cuadruplicaron en las dos últimas semanas en Grecia, uno de los países menos afectados en primavera pero que ahora confronta a “un tsunami”, reconoció el jueves el primer ministro griego.
El número cotidiano de muertos se multiplicó por cuatro desde finales de octubre y alcanzó los 42 decesos, mientras que las cifras de contagios se acercan a los 3.000.
“Las próximas semanas serán extremamente críticas”, advirtió el jueves el primer ministro Kyriakos Mitsotakis durante un tenso debate en el Parlamento en Atenas.
Pese al inicio de un confinamiento parcial a finales de octubre, la situación no dejó de degradarse y el ejecutivo conservador anunció la semana pasada un confinamiento general hasta el 30 de noviembre.
Desde entonces, los griegos solo pueden desplazarse si disponen de una autorización oficial enviada por SMS.
Además, el gobierno anunció el miércoles por la noche un toque de queda nocturno que prohíbe salir, excepto en casos excepcionales, a partir de las 21H00. Una medida que entrará en vigor el viernes.
Al menos 909 personas murieron y 63.000 se infectaron del coronavirus desde finales de febrero en Grecia, con una población de 10,9 millones de habitantes.
En Tesalónica, la segunda ciudad del país, el 32% de los habitantes fueron diagnosticados positivo.
“El sistema de salud está en rojo”, alertó el ministro de Salud, Vasilis Kikilias, sobre la situación crítica en los hospitales.
Hasta el inicio del desconfinamiento a principios de mayo, en Grecia solo se diagnosticaban unos 10 casos al día, el número total de muertos era de 185 y los contagiados apenas superaban los 3.000.
– “Negligencia criminal” –
“La decisión de volver a confinar fue difícil”, reconoció Mitsotakis, consciente de la debilidad de la economía griega, en crisis desde 2008.
Pero “ante el tsunami, necesitábamos un dique”, declaró el primer ministro, acusado de haber reaccionado demasiado tarde ante la segunda ola.
Ante las críticas de la oposición, Mitsotakis defendió que “los test rápidos empezaron en Grecia antes que en otros países europeos”.
“Ha habido una negligencia criminal”, le reprochó el ex primer ministro Alexis Tsipras, líder de Syriza (izquierda), principal partido de la oposición, que acusó al gobierno de haber permitido la llegada de turistas sin aplicar suficientes controles ni reforzar el sistema sanitario.
Como la mayoría de países europeos, Grecia teme el colapso de los servicios de urgencias y cuidados intensivos.
“El número de camas en cuidados intensivos aumentó”, defendió Mitsotakis, quien recordó que este incremento también se produjo en el personal sanitario.
No obstante, trabajadores de los hospitales se manifestaron el jueves en Grecia. “Rompamos el silencio. Hace falta contratar a personal permanente y requisar las clínicas privadas”, exigía una pancarta desplegada delante de un hospital en Tesalónica.
En marzo, el gobierno griego decidió confinar el país desde el primer muerto, para evitar que la situación se descontrolara como en Italia o España.
Después de felicitarse por “haber vencido la primera ola de la pandemia”, las autoridades quisieron poner en marcha la economía facilitando el “retorno” de turistas, y por eso solo exigían test aleatorios a los visitantes europeos.
Mitsotakis considera, sin embargo, que la actual situación crítica no se debe a la llegada de turistas durante el verano.
Según él, la rápida circulación del virus está relacionada con el incumplimiento de las medidas de distanciamiento social por parte de los jóvenes.
“Algunos perjudicaron la salud de la mayoría”, aseguró.