“Solo detendremos el covid-19 por solidaridad”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
De las grandes promesas sobre el acceso a las vacunas del covid-19 hasta la rápida intervención de Donald Trump antes de irse a jugar al golf, estos son algunos momentos de la inédita cumbre del G20 por videoconferencia, organizada por Arabia Saudita.
– “Solidaridad’ para el acceso a las vacunas
La pandemia del nuevo coronavirus causó casi 1,4 millones de muertes en el planeta. Y la cuestión de las vacunas dominó los debates del G20, en un contexto de preocupación por el acceso de los países más pobres a las desarrolladas por las economías más avanzadas.
“No escatimaremos esfuerzos para garantizar su acceso asequible y equitativo para todos”, indicaron los países en la declaración final, en referencia a las vacunas, los test y los tratamientos contra el nuevo coronavirus.
El G20 también “apoya plenamente” los dispositivos establecidos por la Organización Mundial de la Salud para asegurar que las futuras vacunas no se reserven a los países más prósperos, pero sin mencionar ninguna cantidad.
Naciones Unidas estima que son necesarios unos 28.000 millones de dólares (23.600 millones de euros), de los cuales 4.200 millones con urgencia.
“Solo detendremos el covid-19 por solidaridad”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
– ¿Trump “durante mucho tiempo”?
En un breve discurso el sábado, poco después de la apertura de los debates, el presidente de Estados Unidos Donald Trump elogió su propio balance, en particular por haber puesto en marcha “tratamientos revolucionarios y el desarrollo de vacunas en un tiempo récord”.
Según uno de los participantes en el encuentro, Trump, que todavía no reconoció su derrota en las elecciones presidenciales, dijo: “Espero con interés trabajar con ustedes en el futuro y durante mucho tiempo”.
El presidente de EEUU, que marcó las reuniones anteriores del G20 con su virulento desafío al multilateralismo, dejó poco después de su intervención por videoconferencia la Casa Blanca para irse a jugar al golf cerca de Washington.
El domingo, el todavía presidente hasta el 20 de enero aprovechó un discurso sobre el cambio climático para reiterar su hostilidad al Acuerdo de París, que según él estaba diseñado para “matar” la economía estadounidense.
El presidente electo Joe Biden prometió traer a Estados Unidos de vuelta al acuerdo.
– La sombra de Kashoggi –
La sombra del asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi empañó la cumbre, que Riad quería convertir en un suntuoso escaparate para mostrar al mundo su modernización y sus reformas económicas.
El ministro de Inversiones Khalid al-Falih fue preguntado sobre si las repercusiones de este crimen habían causado daños económicos al reino.
En un país poco acostumbrado a que los periodistas hagan preguntas molestas, el ministro insistió en responder y dijo que “los inversores no son periodistas, buscan países en los que puedan confiar en un gobierno eficaz y que tome decisiones económicas adecuadas”
– Sin brillo y a distancia –
A causa de la pandemia, la imagen que quedará de este G20 será la de una pantalla con un rey Salmán debilitado, junto al príncipe heredero Mohamed bin Salmán, y rodeado de imágenes en miniatura de los grandes líderes mundiales.
Un formato por videoconferencia muy frecuente en tiempos de distanciamiento generalizado pero que a veces conlleva algunos problemas técnicos.
El líder saudita apareció en vivo antes de lo esperado y la conexión se interrumpió rápidamente después de que un asistente le susurrara en la oreja.
El presidente chino Xi Jinping fue visto hablando con un asistente mientras que Angel Gurría, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), guardó su teléfono al darse cuenta de que estaba ante la cámara.
Todo ello fue suficiente para quitarle brillo a este gran evento internacional, conocido no por sus eventos oficiales sino por las reuniones entre bambalinas entre grandes líderes, que esta vez fueron imposibles.