Se trata del primero de dos préstamos programáticos para políticas de desarrollo que surge a raíz de la crisis sanitaria.
El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó, el pasado 8 de diciembre, un préstamo por US$300 millones para respaldar la respuesta del Gobierno de Panamá a la crisis sanitaria y la recuperación económica.
El financiamiento apoyará los esfuerzos e iniciativas del país por invertir en las personas mediante mejores servicios de salud y educación, en las instituciones clave para la transparencia y la adecuada gestión de las finanzas públicas, y en una robusta recuperación pospandemia con un enfoque inclusivo y responsable con la naturaleza.
Se trata del primero de dos préstamos programáticos para políticas de desarrollo que surge a raíz de la crisis sanitaria, para ayudar a cubrir las necesidades presupuestarias del Gobierno, donde se priorizan la protección de la población más vulnerable y el impulso de políticas públicas claves para una recuperación económica con inclusión.
“La salud y el bienestar de la población son nuestra prioridad. Estamos complacidos por el esfuerzo desplegado en la consecución de los recursos necesarios para apoyar el ejercicio presupuestario severamente afectado por la fuerte caída en los ingresos y la actividad económica producto de la pandemia”, dijo Héctor Alexander, Ministro de Economía y Finanzas.
Como parte de su enfoque en el capital humano, se apoyarán acciones de política prioritaria del Gobierno. En el área de educación, por ejemplo, se espera que para 2022, al menos 50.000 estudiantes de escuelas públicas dentro del Plan Colmena utilicen una de las soluciones de tecnologías educativas proporcionadas por el Gobierno para apoyar el aprendizaje durante el año escolar. En el área de competitividad y creación de empleo, se buscará mejorar el sector agrícola y la seguridad alimentaria, y se priorizará la implementación de la Ley de Agricultura Familiar con un enfoque en las mujeres agricultoras y en dar más voz a los pueblos originarios. Todas estas iniciativas han sido o están siendo trabajadas por el Gobierno de Panamá antes y durante la pandemia
Con el fin de reducir la pobreza y la desigualdad, entre otras acciones, se mejorará el acceso a la medicina mediante la expansión del uso de medicamentos genéricos, el fortalecimiento del sistema de protección social y mejoras en los programas de inclusión de los pueblos indígenas. También se apoyará el desarrollo de la estrategia para distribuir, priorizar y financiar la vacuna de la COVID-19 cuando esté disponible, para salvaguardar la salud de los grupos de alto riesgo. Adicionalmente, se trabajará en el marco legal e institucional para la creación de asociaciones público-privadas y en la mejora al sistema de compras públicas para optimizar su eficiencia y manejo financiero.
Como importante actor en la esfera internacional, con esta operación, Panamá continúa avanzando en sus esfuerzos de transformación en materia de integridad financiera y transparencia fiscal, energías renovables, el futuro del mercado de carbono y con respecto a la integración de aspectos medioambientales en las compras públicas. Por ejemplo, una vez que el registro de beneficiarios finales de personas jurídicas, que se estará apoyando con esta operación, esté propiamente implementado y verificado, constituirá un gran avance en materia de transparencia y una herramienta importante en la lucha del país contra los delitos de blanqueo de capitales, la evasión fiscal, la corrupción y otros flujos financieros ilícitos. Otro ejemplo es el apoyo al programa nacional Reduce Tu Huella que ha estado liderando el Ministerio de Ambiente que se dará a través de esta operación, el cual permitirá la creación de un sistema nacional de monitoreo, reporte y evaluación y de registro de emisiones y la incorporación de criterios de eficiencia energética y sostenibilidad en los procesos de licitación de compras públicas.
“Esta operación apoya el esfuerzo del pueblo panameño en su camino de recuperación del impacto social y económico de la pandemia al tiempo que avanza en mejoras estructurales sobre competitividad e inclusión”, dijo Abel Caamaño, Representante del Banco Mundial en Panamá. “Continuaremos nuestro trabajo conjunto para combatir la pobreza y reducir la inequidad en beneficio de la población que requiere un adecuado acceso a los servicios de salud, educación de calidad para todos y empleos dignos”.
El préstamo por US$300 millones del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento es de margen fijo y cuenta con un plazo de repago de 9 años, además de un periodo de gracia de tres años.
Este proyecto forma parte de un paquete de apoyo financiero y técnico que el Banco Mundial puso este año 2020 a disposición de Panamá para ayudar a gestionar la crisis sanitaria y económica. En marzo Panamá realizó un desembolso de US$41 millones a través del mecanismo conocido como Préstamo para Políticas de Desarrollo con Opción de Desembolso Diferido ante Catástrofes (CAT DDO), un crédito que permitió al país la inyección de liquidez inmediata mientras se gestionaban recursos adicionales para atender a la población. Panamá también se benefició, en junio pasado, con un préstamo por US$20 millones para la prevención, detección y respuesta ante la pandemia y el fortalecimiento de los sistemas nacionales de preparación para la salud pública.
Respuesta del Grupo Banco Mundial frente a la COVID-19 (Coronavirus)
El Grupo Banco Mundial, una de las principales fuentes de financiamiento y conocimientos para los países en desarrollo, está adoptando medidas rápidas y de amplio alcance a fin de ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su respuesta frente a la pandemia. Respalda intervenciones de salud pública, trabaja para garantizar el suministro de insumos y equipos esenciales, y ayuda al sector privado a continuar sus operaciones y mantener el empleo.
En este marco, proporcionará hasta US$160.000 millones durante un período de 15 meses que finalizará en junio de 2021 para ayudar a más de 100 países a proteger a los sectores pobres y vulnerables, respaldar a las empresas e impulsar la recuperación económica. Dicho monto incluye US$50.000 millones correspondientes a nuevos recursos de la Asociación Internacional de Fomento en forma de donaciones y préstamos en condiciones sumamente concesionarias, y US$12.000 millones para ayudar a los países en desarrollo a financiar la compra y distribución de vacunas contra la COVID-19.