El ministro de Comercio, Simon Birmingham, denunció el recargo del 80% que Pekín aplica a la cebada australiana.
Australia pidió el miércoles a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que investigue los aranceles chinos sobre las importaciones de cebada, una más de las varias disputas entre ambos países.
El ministro de Comercio, Simon Birmingham, denunció el recargo del 80% que Pekín aplica a la cebada australiana y sugirió que podría tomar más acciones en la OMC.
“Hemos seguido planteando nuestras preocupaciones a China en numerosas ocasiones”, dijo Birmingham, lamentando que los esfuerzos para llegar a un acuerdo negociado hayan fracasado.
“Ahora creemos que llamar a un árbitro independiente es lo más apropiado para resolver esta disputa”, agregó, admitiendo que el proceso de arbitraje y apelaciones podría llevar años.
Antes de una reciente sequía, las exportaciones de cebada australiana a China representaban unos mil millones de dólares al año.
La cebada se utiliza principalmente en la elaboración de cerveza.
Es la primera vez que Australia emprende acciones legales contra China en la OMC en lo que los observadores califican de “guerra comercial en la sombra” entre Pekín y Canberra.
El martes, el primer ministro australiano, Scott Morrison dijo que, se si se confirma, la prohibición de China a las exportaciones de carbón australiano “violaría obviamente las reglas de la OMC”.
Pekín ha implementado una serie de sanciones económicas contra varios productos australianos, en el contexto de las relaciones diplomáticas más tensas entre ambos países desde la represión china de la Plaza de Tiananmen en 1989.
Muchos en Canberra creen que las medidas de Pekín son un castigo por el rechazo de Australia a las inversiones chinas en áreas sensibles y por pedir públicamente una investigación sobre los orígenes del coronavirus.