El coronavirus dejará a los españoles sin una de las imágenes más características de la Nochevieja: la multitud reunida en la céntrica Puerta del Sol de Madrid para comer uvas al ritmo de las campanas del nuevo año.
“La Comunidad de Madrid ha acordado la suspensión de cualquier acto para festejar las campanadas de Nochevieja en plazas o vías públicas de la región”, anunció en un comunicado la consejería de Sanidad del gobierno regional.
Las medidas comunicadas también incluyen la limitación de los aforos en mercados navideños y en los actos organizados para que los niños entreguen sus cartas de deseos a los Reyes Magos y a Papá Noel.
Además, las típicas cabalgatas para recibir el 5 de enero a sus majestades de Oriente deberán celebrarse en espacios acotados y con el público sentado.
Estas restricciones impedirán que los madrileños se reúnan en Nochevieja en la céntrica Puerta del Sol para recibir el nuevo año comiendo doce uvas al ritmo de las campanadas de medianoche, como marca la tradición española.
Transmitido en directo por la televisión pública TVE y otros canales privados, el evento es seguido por millones de espectadores en España, y también en Latinoamérica.
Estas emisiones no se ven afectadas por la suspensión, aunque tendrán lugar ante una plaza a priori vacía.
Las autoridades sanitarias en España temen que las fiestas navideñas hagan incrementar los contagios una vez se ha conseguido contener la segunda ola de la pandemia gracias a restricciones como toques de queda o cierre de bares.
El miércoles, el gobierno español recomendó evitar los desplazamientos entre regiones, salvo si es para visitar a familiares, y limitar las reuniones navideñas a diez personas.
España es uno de los países europeos más castigados por la pandemia, con 46.000 fallecidos y más de 1,6 millones de contagios diagnosticados.