La CEPAL prevé una contracción promedio de -7,7% para 2020 -la mayor en 120 años- y un rebote de 3,7% en 2021.
Producto de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, la población en condiciones de pobreza extrema en América Latina y el Caribe podría llegar a 83,4 millones de personas al cierre de 2020.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), esto implicaría un alza significativa en los niveles de hambre, debido a la dificultad que enfrentarán dichas personas para acceder a los alimentos.
Estadísticas del último balance preliminar realizado por la CEPAL sobre la región de América Latina y el Caribe revela una contracción de -7,7% en 2020. Según el documento, está es la región más golpeada del mundo en desarrollo por la crisis derivada del Covid-19.
Apuntó que en la década previa a la pandemia la región mostraba una trayectoria de bajo crecimiento y en 2020 enfrenta una combinación de choques negativos de oferta y demanda sin precedentes, lo que se traduce en la peor crisis económica de los últimos 120 años.
Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU), han advertido en un reciente informe que la crisis provocada por la propagación del Covid-19 generará en América Latina efectos como la contracción del PIB en un 9,1% y la caída de las remesas en cerca de un 20%.
En los últimos meses, América Latina se ha convertido en el epicentro de la pandemia con abismales cifras de fallecidos por día.
Según la ONU, la actual crisis motivada por el coronavirus disparará los factores que le impiden a millones de habitantes de la región gozar de una vida digna.
“Para reconstruir mejor es necesario transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe. Los niveles de desigualdad se han vuelto ya insostenibles (…) Para reconstruir mejor, hay que reforzar la gobernanza democrática, la protección de los Derechos Humanos y el Estado de Derecho. En un momento en el que demasiados ciudadanos y ciudadanas se sienten excluidos, la rendición de cuentas y la transparencia son fundamentales”, precisó Antonio Guterres, secretario general de la ONU, en un reciente informe.