El bitcoin podría competir con el oro más intensamente como una moneda ‘alternativa’ en los próximos años.
La criptomoneda bitcoin superó este jueves la barrera de los 40.000 dólares, un récord histórico, tras subir 10.000 dólares en apenas cinco días.
A las 18H20 GMT, la cotización de la moneda virtual era de 40.380 dólares en el mercado de divisas, tras una meteórica ganancia de 10,4% durante la jornada.
“Los inversores continúan subiéndose al tren de la criptomoneda, que parece estar ganando interés ahora que la economía estadounidense está en condiciones de aportar más estímulo durante los 100 primeros días de [Joe] Biden” en la presidencia del país, indicó el analista financiero Edward Moya a la plataforma de comercio de divisas Oanda.
Con 12 años de vida, el bitcoin ha registrado un auge meteórico desde marzo, cuando alcanzó los 5.000 dólares, impulsada por el gigante de pagos en línea PayPal, que afirmó que permitiría que sus usuarios hagan sus pagos en criptomoneda.
Después del anunció de PayPal en octubre, los analistas del banco de inversiones JPMorgan Chase compararon la criptomoneda con el oro.
“El bitcoin podría competir con el oro más intensamente como una moneda ‘alternativa’ en los próximos años, puesto que los milenials están llamados a convertirse en un elemento cada vez más importante del universo de los inversores”, apuntaron.
Por su parte, varios bancos centrales respondieron al auge de las criptomonedas y al declive global del uso del dinero en efectivo anunciando programas de unidades digitales respaldadas por bancos.
Varios bancos centrales, como el de China y el de Suecia, pero también la Reserva Federal de Estados Unidos, están probando aplicaciones digitales en respuesta a los recientes movimientos de Facebook para producir su propia moneda digital, Libra.
El bitcoin, que no está regulado por ningún banco central, surgió como una alternativa atractiva para inversores con gusto por lo exótico, aunque también los criminales han sabido apreciar sus ventajas ocultas.
Su creciente uso ha dado lugar al debate sobre si debería considerarse una moneda, un activo o una mercancía.
Después de que la unidad superara los 1.000 dólares por primera vez en 2013, ha ido captando cada vez más la atención de las instituciones financieras y ha experimentado bruscas oscilaciones en su cotización.