Su mandato actual culmina a finales de diciembre, y le tocará a la Asamblea General de la ONU confirmar formalmente durante el año su prolongación para un segundo y último mandato de cinco años, de 2022 a 2026.
A sus 71 años, el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, anunció ayer lunes su candidatura para desempeñar un segundo mandato de cinco años a la cabeza de la organización.
El ex primer ministro portugués expresó a la presidencia de la Asamblea General y al Consejo de Seguridad que estaba “disponible para un segundo mandato como secretario general de las Naciones Unidas si esa es la voluntad de sus estados miembros”, indicó su portavoz Stéphane Dujarric.
Los cinco miembros del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia), que escucharon la postulación durante un almuerzo este viernes y cuya aprobación es crucial para su reelección, lo apoyan, dijeron a AFP fuentes diplomáticas.
Su mandato actual culmina a finales de diciembre, y le tocará a la Asamblea General de la ONU confirmar formalmente durante el año su prolongación para un segundo y último mandato de cinco años, de 2022 a 2026.
Es tradición que el secretario general desempeñe los dos mandatos máximos autorizados para estar al frente de la Organización, y el deseo expresado por Antonio Guterres tampoco es una sorpresa. Antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, algunos embajadores habían confiado, sin embargo, a la AFP que Guterres no pensaba optar por ello en caso de que Donald Trump fuera reelegido al frente de Estados Unidos.
El unilateralismo de Trump supuso un freno en la acción del secretario general, obligándole a tratar de limitar permanentemente los recortes realizados por Washington a la cooperación multilateral, motor de la ONU.
– “Sería un error reemplazarlo” –
En una entrevista, el primer ministro británico, Boris Johnson, “felicitó calurosamente” a Guterres por su decisión, elogiando “el éxito de su primer mandato”, según una declaración de Downing Street.
Está haciendo “un trabajo fantástico” y “sería un error reemplazarlo sólo por razones simbólicas”, a saber, nombrar a una mujer por primera vez en la historia de la ONU, dijo anónimamente un embajador de un país miembro del Consejo de Seguridad.
“Es muy reflexivo en su análisis” y “en la forma en que aboga por nuevas soluciones a los nuevos problemas, el cambio climático, la creciente desigualdad socioeconómica, la igualdad de género”, dijo el diplomático.
Guterres, con una sólida trayectoria como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (2005-2015), y un experto en diplomacia entre bastidores, no ha tenido, sin embargo, un historial exitoso en la resolución de conflictos como secretario general desde que asumió el cargo.
No pudo evitar el genocidio en Birmania, Siria y Yemen, países que siguen desgarrados por la guerra, y fue humillado durante una visita a Libia en abril de 2019 que coincidió con el inicio de una ofensiva militar contra el gobierno reconocido por las Naciones Unidas.
Elogiado por varios estados, su imagen sufre las críticas de los diplomáticos y las ONG que lo consideran demasiado tímido en cuanto a la defensa de los derechos humanos. Se defiende de esto, afirmando que plantea el tema en reuniones internacionales más que algunos de los llamados líderes democráticos.
A mediados de 2019, marcó un punto de inflexión al aspirar a estar en la vanguardia de la lucha contra el calentamiento global.
Claro el perfecto títere del nuevo orden mundial