La práctica de la actividad física, el deporte y la recreación, ofrecen grandes beneficios a quienes la realizan. Estos efectos atienden las necesidades humanas, de desarrollo y perfeccionamiento del movimiento.
La población con algún diagnóstico de discapacidad, no está exenta de los efectos de esta pandemia. Niños, niñas, jóvenes con discapacidad y sus familias requieren ser orientados para que la práctica de actividad física, el deporte y la recreación (juego), se constituya como parte elemental de su estilo de vida. Esto ayudaría notablemente a contrarrestar la presión del diario vivir, y más en estos tiempos de restricciones de movilidad por la Covid 19.
Desde el inicio de la enseñanza a distancia, los profesionales de la Educación Física, del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), han priorizado la necesidad de la conservación de la buena salud, enfatizando en actividades y competencias para desarrollar hábitos que ayudan a la seguridad personal y colectiva, para proporcionar la sensación de satisfacción y bienestar.
“Durante estos encuentros, desde compartir con sus compañeros de salón, el sentirse parte de algo, el celebrar un logro o animarse al ver el esfuerzo de sus compañeros, vemos caras sonrientes, hay motivación, alegrías, confianza, aceptación”, afirmó el profesor Federico Rodríguez, coordinador de los docentes de Educación Física del IPHE.
¿Y qué podemos decir del efecto en la familia? Cuando el padre u otro miembro de esta se hace partícipe de la actividad, valorando el esfuerzo del estudiante, lo que en algún momento pensó su acudido, que no podía, ahora entre risas y llanto de alegría ve con satisfacción que se logra.
“Hay muchas maneras de resolver una situación. Todas son válidas, eso les llena de orgullo y motivación, lo que hace que por un tiempo se olvidan de la crisis sanitaria, de las limitaciones económicas, que descargan esa energía negativa y que tengan momentos solo para jugar y reír”, agregó el docente.
El ejercicio periódico y juegos divertidos practicados en casa, pueden producir aumento de la confianza en sí mismo, ayudan a la relajación y pueden disminuir los síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad.
“Compartir estos momentos en familia, puede mejorar estos aspectos que se ven afectados por el estrés del confinamiento, así como el sueño. Todos estos beneficios emanados del ejercicio y el juego pueden reducir tus niveles de angustia, dando una sensación de satisfacción y bienestar”, detalló Rodríguez.
Entre una variedad de juegos recreativos, que se pueden practicar en casa, especificó: con elementos, con nuestro cuerpo, utilizando los sentidos, de condición física, con ritmos, de percusión, entre otros.
“No existen juegos recreativos para población con discapacidad, todo depende la creatividad del facilitador y su empatía con el estudiante para encontrar los ajustes que permitan el logro lúdico de la actividad física”, indicó.