Hasta el momento no está claro si será sometido a juicio en su país de origen. La Justicia alemana abandonó el proceso contra Berger en diciembre de 2020, citando evidencia insuficiente.
Un ciudadano alemán de 95 años que fue guardia de un campo de concentración nazi y vivía en Estados Unidos fue deportado el sábado a Alemania, informó el Departamento de Justicia.
Friedrich Karl Berger, que vivía en Tennessee y tenía ciudadanía alemana, fue enviado a su país de origen por haber sido guardia armado del campo de concentración Neuengamme en 1945, señaló el departamento.
Berger fue deportado por tomar parte de “actos de persecución promovidos por los nazis”, informaron las autoridades judiciales.
“La deportación de Berger demuestra el compromiso del Departamento de Justicia y de las autoridades de asegurarse de que Estados Unidos no es un sitio seguro para quienes participaron de crímenes nazis contra la humanidad y otros abusos a los derechos humanos”, dijo el fiscal general (ministro de Justicia) interino Monty Wilkinson.
Un juez de inmigración ordenó en marzo del año pasado la deportación de Berger, que vivía en Estados Unidos desde 1959.
Berger estuvo estacionado cerca de Meppen, en Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, donde prisioneros eran mantenidos en “atroces” condiciones y trabajaban “hasta la muerte”, dijo al tomar su decisión la jueza Rebecca Holt.
Berger admitió en el juicio que evitó que prisioneros escaparan del campo de concentración de Neuengamme.
También dijo que no sabía que los prisioneros eran maltratados y que algunos murieron. Aseguró que seguía órdenes.
La corte también descubrió que en marzo de 1945, ante el avance de las fuerzas británicas y canadienses, Berger ayudó a vigilar a prisioneros mientras eran evacuados por la fuerza en condiciones inhumanas, lo que resultó en la muerte de unos 70 cautivos.
Los prisioneros incluían a “judíos, polacos, rusos, daneses, alemanes, letones, franceses, italianos y opositores políticos” de los nazis, señaló el Departamento de Justicia.
Más de 40.000 prisioneros murieron en el campo de Neuengamme según los registros históricos.
Berger voló a Alemania el sábado y llegó a Frankfurt para ser interrogado.
Hasta el momento no está claro si será sometido a juicio en su país de origen. La Justicia alemana abandonó el proceso contra Berger en diciembre de 2020, citando evidencia insuficiente.
El Departmaento de Justicia reunió pruebas de archivos estadounidenses y europeos, “incluyendo registros del histórico juicio de Nuremberg”.
Este año marca el 75 aniversario del juicio de Nuremberg, durante el cual juristas de los países Aliados que ganaron la Segunda Guerra sometieron a juicio a figuras principales del régimen Nazi bajo la ley internacional. Doce acusados fueron condenados a muerte y colgados.
– “Esto es ridículo” –
En una entrevista el año pasado con el diario The Washington Post, Berger señaló que los sucesos ocurrieron cuando tenía 19 años, estaba desarmado y siguiendo órdenes.
“Luego de 75 años, esto es ridículo”, le dijo al Post. “No puedo entender como esto puede pasar en un país como este”, añadió.
Berger nunca pidió ser transferido de sus funciones y luego recibió una pensión de Alemania basada parcialmente en su servicio durante la guerra, según el Departamento de Justicia.
En 1979, el gobierno de Estados Unidos creó la Oficina Especial de Investigaciones del Departamento de Justicia dedicada a encontrar nazis. Hasta el momento el programa obtuvo victorias judiciales contra 109 individuos.
La última deportación hasta este sábado había sido la del exguardia de la SS Jakiw Palij, también de 95 años, quien vivía en Nueva York desde 1949 y fue expulsado en agosto de 2018.
El caso de Berger es “posiblemente el último” en Estados Unidos, dijo el año pasado a la AFP Eli Rosenbaum, directora del programa especial del Departamento de Justicia.