El primer grupo de defensores salió al mando del general Manuel Quintero Villarreal. Solo 100 hombres se encontraban armados. El Vapor Veraguas cubrió el trayecto hasta Puerto Armuelles en 44 horas.
El 23 de febrero de 1921, el presidente Porras cita al Consejo de Gabinete a una sesión extraordinaria para exponer la situación en Chiriquí. Procede a leer un telegrama:
“El pueblo chiricano protesta enérgicamente por este atentado contra la soberanía nacional, y en masa espera órdenes para repeler por la fuerza tamaño ultraje. Úrgeme instrucciones prontas, precisas para proceder. Gobernador”.
El acta de esa reunión extraordinaria está firmada por: Dr. Belisario Porras, presidente; Dr. Eusebio A. Morales, secretario de Hacienda y Tesoro; Jepta B. Duncan secretario de Instrucción Pública; general Manuel Quintero Villarreal, secretario de Fomento y Obras Públicas; Raúl J. Calvo, secretario del Consejo de Gabinete. Como invitado especial estaba el señor Próspero Pinel, dueño de la Línea de Vapores de la Compañía Pinel Hermanos.
En esta reunión, el Dr. Eusebio A. Morales expresó: “¿Cómo podría enviarse una expedición sin armas, obligado como había sido el Gobierno por los agentes del gobierno americano en el país, a desarmar la policía y vender sus armas?”
El Dr. Porras dijo que se comprarían armas en los almacenes de los señores Duque y Arias. Que se recogerían los rifles en poder de la policía en el interior del país, y además, “unos 50 Remington reformados, con unos 60,000 tiros que él mismo había ocultado en el cuarto posterior del Palacio Presidencial, en la época del desarme, los cuales esperaba estarían aún depositados allí”.
El primer grupo de defensores salió al mando del general Manuel Quintero Villarreal. Solo 100 hombres se encontraban armados. El Vapor Veraguas cubrió el trayecto hasta Puerto Armuelles en 44 horas.
La segunda expedición salió del Muelle Inglés, a las 4 de la tarde del 25 de febrero, y el Dr. Porras envía un telegrama al general Quintero.
“El Vapor David salió a las 4 de la tarde. Lleva 270 rifles con sus dotaciones y como van cerca de 200 hombres, sobrarán 70 rifles para armar voluntarios de los que encuéntranse allá. Seguiremos haciendo gestiones para conseguir más armamentos. Belisario Porras”.
Referencia: Revista Lotería, número 82 de septiembre de 1962.