Meses atrás había más de 200 pacientes en la sala 1 de covid en el Santo Tomás, ahora menos de 30. “Ya tenemos la segunda dosis de la vacuna de Pfizer y pasamos invictas sin contagiarnos”, doctora Mónica Pachar-Flores.
Contrario a lo que ocurrió en el mes de diciembre de 2020, cuando los hospitales, públicos y privados, estaban a su máxima capacidad por casos de coronavirus, hoy esa realidad es distinta, cuando en uno de los centros hospitalarios más importantes del país, una de sus salas, utilizada para esta atención, está a punto de cerrar.
La información fue proporcionada en sus redes sociales por las doctoras, Mónica-Pachar Flores y Lorena Noriega, quienes indicaron que se cerraba una sala para la atención de personas afectadas por la Covd-19.
Pachar-Flores, médico internista de ese nosocomio, catalogó el 22 de febrero, como fecha histórica, “luego que la sala 1 de Covid-19 se cerrará en el hospital Santo Tomás”.
Agregó que meses atrás había más de 200 pacientes, ahora contaban con menos de 30. “Ya tenemos la segunda dosis de la vacuna de Pfizer y pasamos invictas sin contagiarnos”.
Por su parte, la subdirectora médica del hospital Santo Tomás, Ana Belén Araúz, declaró a TVN que todo este tiempo ha sido un período de retos, con respecto a las adecuaciones que hubo que realizar para poder dar la atención a pacientes con Covid-19.
“Esta sala cuenta con cinco cubículos, con siete camas cada uno, y cabida para la atención de hasta 35 pacientes, la que en su momento estuvo a toda su capacidad con pacientes del covid”, detalló la galena.
“La máxima capacidad del Santo Tomás, para finales del mes de diciembre y principios de enero, fue cuando el hospital debió contar con la disponibilidad de mayor cantidad de camas para pacientes con coronavirus”, agregó la subdirectora médica del denominado “elefante blanco”.
Desde mediados de enero e inicios de febrero, la tendencia ha sido la disminución de los casos.
“Ver las camas vacías envía un mensaje a la población por lo que se hace imperante que continúen con las medidas de bioseguridad como: el lavado frecuente de manos, uso de mascarillas, caretas faciales, uso de gel alcoholado, alcohol y mantener el distanciamiento fìsico”.
“De no hacerlo, -agregó la doctora Araúz- es probable que estas salas se vean nuevamente llenas de pacientes, porque es lo que dice la ciencia, de que hay el riesgo como humanidad, de que haya un repunte de casos, de no cumplir con las medidas”.
“Además, tenemos otra serie de situaciones variantes del virus que podrían, eventualmente, traer nuevos problemas”, puntualizó.
En 11 meses el hospital llegó a atender a, aproximadamente, 250 pacientes, en 12 salas, de las que 9 estaban destinadas a cuidados generales y tres para unidades de cuidados intensivos.