Los expertos creen que cada vez más migrantes deciden viajar con sus familias, incluidos menores de edad y mujeres embarazadas, para evitar ser expulsados en los distintos países por los que viajan.
El número de niños migrantes que cruzó la inhóspita selva panameña del Darién, en su ruta hacia Estados Unidos, se multiplicó en los últimos años, en un flujo migratorio que se verá agravado por la pandemia, advirtió este lunes la ONU.
La cantidad de menores de edad “que emigran hacia el norte a través de la peligrosa selva del Darién, entre Colombia y Panamá, se ha multiplicado por más de 15 en los últimos cuatro años”, señaló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En los últimos 4 años, más de 46.500 migrantes irregulares han cruzado el Darién, de los cuales 6.240 son niños, niñas y adolescentes. Se ha pasado de 109 menores en 2017 a 1.653 en 2020.
Incluso en 2019 hubo un pico cercano a los 4.000 niños que habrían realizado esta travesía. La mitad no llega a cinco años y muchos llegan heridos y con serios problemas físicos y sicológicos.
“He visto a mujeres salir de la selva con sus bebés en brazos después de caminar durante más de siete días sin agua, comida o cualquier tipo de protección”, alertó en un comunicado la directora regional para América Latina y el Caribe de Unicef, Jean Gough.
El Tapón del Darién es un corredor selvático de 266 km entre Colombia y Panamá. Esta jungla virgen de 575.000 hectáreas y sin vías de comunicación terrestre, se ha convertido en paso obligado para la inmigración irregular desde Sudamérica hacia Estados Unidos.
Los migrantes enfrentan desde grupos criminales hasta animales salvajes y ríos caudalosos. En su mayoría son haitianos y cubanos, pero también hay asiáticos y africanos.
Los expertos creen que cada vez más migrantes deciden viajar con sus familias, incluidos menores de edad y mujeres embarazadas, para evitar ser expulsados en los distintos países por los que viajan.
“Estas familias están sobrepasando sus propios límites y poniendo sus vidas en peligro, a menudo sin darse cuenta del riesgo que corren. Aquellos que consiguen finalmente cruzar esta peligrosa frontera están física y mentalmente devastados”, agregó Gough.
Las previsiones apuntan incluso a un aumento de la migración irregular por Darién producto la crisis económica y el desempleo generado por el covid-19, además de la violencia o el cambio climático.