La muerte y resurrección de Jesucristo ha sido plasmada en una obra pictórica llamada El Misterio, la cual presentamos en alusión al sábado de Gloria.
La fe cristiana lleva a manifestar de distintas maneras la devoción y el arte es una de ellas. Hoy Sábado de Gloria, a través del don de plasmar las más profundas emociones mediante la pintura, se muestra la muerte y resurrección de Jesucristo en una sola obra pictórica, la cual tiene como nombre “El Misterio”.
Su creadora, la escultora y pintora Gloria Fábrega, egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, nos explicó su técnica para mostrar el profundo acto de misericordia.
“Es una composición artística creativa de corriente expresionista, donde busqué la expresión de mis sentimientos. La técnica que utilicé es mixta, en la cual se empleó acrílico, espátula y pincel sobre diferentes texturas. Cada color está asociado a una emoción interna. Hay dominio pictórico en variados coloridos. La gama de los amarillos, rojos, naranjas y blancos son para dar una atracción visual al espectador. Los azules, celestes y turquesas, para dar paz y espiritualidad”, señaló Fábrega.
Nos transmitió lo que en su inspiración quiso reflejar en cada elemento de su creación y los aspectos de espiritualidad que ha querido significar.
“La obra tiene algo importante: posee un antropomorfismo, que es la representación del ojo de Dios en forma humana. Aunque a Dios nadie lo ha visto y solo sabemos que es Omnipotente, lo hice de esa manera”, explicó.
Continuó mostrando el contenido de la pintura, “Se ve a Cristo, invisible, porque está la cruz, que, con el derramamiento de su sangre, pudo realizar la salvación”.
Con la convicción y ferviente fe que le caracteriza, prosiguió su descripción.
“El centro del mensaje está en la fuerza de la cruz. En ella se encierra todo “El Misterio”, que es el título del cuadro, el misterio de sabiduría y amor que nos introduce a la vida eterna. Eso es lo que sentí, y así lo plasmé”.
Y cuando en la vida llegamos a comprender cuán grande y maravilloso fue y será ese misterio, todo se vuelve claro, transparente y nos llenamos de paz.
Prosiguió Fábrega ayudándonos a descubrir los mensajes inmersos en su obra, y dijo: “En la cruz se observa una tela blanca que cae, su significado es que, cuando Jesús muere en la cruz, resucita”.
¡Que maravillosa certeza! El recordarlo cada día hace brotar el alma de esperanza.
Además de su elemento focal, la obra tiene otros componentes importantes, los cuales describió la autora, así:
“Los elementos que rodean la cruz son los que guardan relación con nuestra fe cristiana desde la antigüedad y se trató de buscar que la cruz tuviera fuerza. Se observa el pan y el vino, que representa la Última Cena; la paloma, que es el símbolo que Dios escogió, que, a la vez, simboliza el amor, el Espíritu de Dios, del Padre, del Hijo y también paz. Tiene muchos significados que son bíblicos, los cuales resumí colocando los diferentes elementos que guardan relación”, precisó.
La autora culminó enfatizando en el significado de la cruz.
“La cruz es la victoria de nuestro Señor Jesucristo”, y reiteró, “la victoria”.
Cada uno de nosotros tiene el más grande de los tesoros, y es la presencia de Dios, que, por su amor único y misericordioso, permanece en lo profundo del ser. Él está más allá de nuestras limitaciones, sufrimientos y pecados.
Sigamos adelante sintiendo su mirada amorosa y perdón; y como personas transformadas, permitamos que la Gloria irradie nuestros corazones como su más viva expresión.