Podrán acogerse personas naturales, jurídicas e inmuebles morosos al 31 de enero del 2021.
El director de la Dirección General de Ingresos (DGI), Publio de Gracia, confirmó que la reciente ley aprobada por el presidente de la República, que extiende la amnistía tributaria, empezará a regir el próximo 21 de abril de 2021.
De acuerdo con el funcionario, la normativa especifica que entra en vigencia 15 días después de su promulgación, con el propósito de adecuar el sistema E-Tax-2.0. Este es un programa informático tributario que integra las reglas de negocio y procesos de la DGI para otorgar mayor eficiencia en la operación de la institución.
Con la reciente aprobación de la Ley 208 de 6 de abril de 2021, el Gobierno Nacional busca de forma paralela aumentar las recaudaciones de impuestos y facilitar a los contribuyentes el pago de los tributos atrasados.
El documento especifica que los contribuyentes tendrán hasta el 31 de agosto de 2021 para realizar pagos o suscribir arreglos de pago con respecto a obligaciones tributarias no cumplidas hasta el 31 de enero de este año.
La legislación establece que todas esas obligaciones tributarias no cumplidas desde el 31 de enero de 2021 y con fechas anteriores pueden llegar a arreglos y aprovechar la extensión de la amnistía tributaria ahorrándose el 85% en intereses, recargos y multas.
La ley concede a personas naturales y jurídicas la oportunidad de presentar nuevamente documentos que debieron refrendar hasta el 31 de enero de 2021 y les otorga la condonación del 75% de la multa correspondiente, siempre que paguen el 25% restante antes del 31 de diciembre de 2021.
La normativa dicta nuevas medidas de alivio tributario, principalmente en el área de inmuebles, extendiendo el descuento de 10% en concepto de impuesto de inmuebles hasta finales del mes de abril, más un beneficio adicional del 5% de descuento para las personas naturales y jurídicas que tengan ingresos inferiores a B/.2.5 millones y que paguen el impuesto sobre la renta y el impuesto estimado con respecto al período fiscal 2020 y 2021, correspondientemente, dentro de los cuatro meses siguientes a la entrada en vigencia de esta propuesta de ley.
Ingresos corrientes y tributarios en marzo 2021
De acuerdo con estadísticas del Departamento de Estudios Tributarios de la Dirección General de Ingresos, en el pasado mes de marzo 2021, los ingresos corrientes reflejaron un total de B/.723.5 millones. De este total, B/.618.2 millones pertenecen a la recaudación de ingresos tributarios, B/.102.3 millones a ingresos no tributarios y B/.3 millones a otros ingresos corrientes.
“En comparación al presupuesto Ley, para el mes de marzo 2021 los ingresos corrientes muestran un superávit de B/.393.4 millones; versus el año anterior presenta un aumento de B/.311.7 millones”, afirmó el director de la DGI.
En tanto que los ingresos tributarios reflejan un superávit de B/.371.9 millones en comparación a la meta presupuestaria. Mientras que los ingresos no tributarios muestran un superávit de B/.27.4 millones versus el presupuesto.
“La recaudación de los ingresos tributarios en marzo 2021 resultó B/.618.2 millones, el cual muestra Ingresos Tributarios en Efectivo un superávit de 151% frente al presupuesto”, acotó De Gracia.
Señaló que en comparación a la recaudación del mismo periodo del año anterior, aumentó en B/.274.6 millones, es decir 79.9% más.
En el renglón de los impuestos directos, según el funcionario reflejan un superávit de B/.337.6 millones versus el presupuesto. Por otro lado, los impuestos indirectos presentaron un superávit de B/.34.3 millones con respecto al presupuesto ley, apuntó.
“Los resultados de marzo de 2021 son positivos y es el resultado del cumplimiento voluntario de los contribuyentes y que juntos hemos cumplido las medidas sanitarias para seguir abriendo nuestra economía”, remarcó.
Tanto las calificadoras de riesgo como organismos internacionales han proyectado un crecimiento para la economía panameña de entre 4,0% al 5,5% para el año que recién inicia.
La calificadora Fitch Ratings prevé una recuperación económica con un crecimiento real de 9,2%, impulsado por la apertura económica, proyectos de inversión pública como la construcción de la línea 3 del Metro, las exportaciones de la mina de cobre y la recuperación del consumo interno. La calificadora espera que esta tendencia al crecimiento se sostenga para 2022.
Las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe son de un crecimiento de 5,5%, el Banco Mundial de 5,1% y el Fondo Monetario Internacional de 4,0%, aunque estas entidades han pronosticado una caída del PIB de entre -8,1% y -11%.